Milagrosa Imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso – Monasterio de la Limpia Concepción – Quito, Ecuador
ALGUNAS NOTICIAS SOBRE LAS PROFECIAS
San
Pedro y San Pablo nos enseñan en sus cartas, que las profecías son
inspiradas por el Espíritu Santo; que son como una antorcha que luce en
un lugar oscuro, hasta que amanezca el día, y la estrella de la mañana
nazca en nuestros corazones. Su finalidad es preparar las almas para la
conversión, para el amanecer de un mundo nuevo.
Esto
es muy interesante y auspicioso si lo articulamos con todo lo que dijo
la Virgen en Fátima y que concluyo así: “Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará”. Es una promesa magnífica, de gran misericordia.
Coincide
con las profecías de Nuestra Señora en Quito, Ecuador, entre los años
1594 y 1634 bajo la advocación de “El Buen Suceso”, de las que hizo
depositaria a la religiosa concepcionista Mariana de Jesús Torres y
Berriochoa.
¿Como sabemos de estas profecías?
El
Director del Archivo Arzobispal de la Curia de Quito, Monseñor Dr. Luis
Cadena y Almeida escribe una obra magnífica, “destinada no solo a
Ecuador, sino a hacer bien a
todo occidente, quizá al mundo entero”, afirma su prólogo. El libro se
titula “Madera para Esculpir la Imagen de una Santa”. Presenta la
biografía de esta religiosa y las profecías que recibe de María
Santísima.
Monseñor
Cadena se informa en los cuadernos escritos por el Rdo. Padre Manuel
Sousa Pereira, de la Orden Seráfica de los Menores del Convento de San
Francisco de Quito. Los escritos
del Padre Sousa forman parte de las crónicas del Monasterio de la
Limpia Concepción de aquella ciudad, todo lo cual fue aprobado por su
Obispo, Monseñor Don Pedro de Oviedo, quien fuera director espiritual de
la Madre Mariana. Estas crónicas antiquísimas se extraviaron, y se
encontraron en 1922. Monseñor Cadena se ilustra en estas fuentes y
escribe su obra en 1987. Varios otros autores las estudiaron también.
¿QUIÉN FUE LA MADRE MARIANA?
Española, natural de Vizcaya, nació en 1563; su familia era noble, dedicada a la producción vitícola en sus campos.
Fue
un alma predestinada por Dios y cumplió con fidelidad su vocación. A
tal punto su unión espiritual con el Creador era perfecta, que cuando
tomó la primera comunión, El le reveló altos misterios de la Sagrada
Eucaristía.
El
Rey Felipe II, accediendo a un pedido de sus súbditos americanos de
Quito, encargó a su prima monja, la Madre María de Jesús Taboada, la
organización de la expedición y fundación en aquella lejana ciudad, de
un Monasterio de religiosas de clausura de la Orden Franciscana de la
Limpia Concepción. Mariana, a su vez, era sobrina de la Madre María de
Jesús, quien, conocedora de su espiritualidad, se ocupaba de su formación.
Adolescente aún, pero sabiendo perfectamente lo que quería hacer de su vida, integró el grupo de las siete fundadoras, en calidad de postulante.
El viaje fue una travesía terrible; se desató una tormenta atroz; el
cielo se oscureció transformándose en una funesta noche. De pronto
Mariana dio un grito y cayó desmayada. Cuando volvió en sí, le confió a
la Madre María de Jesús: “no sé en qué mundo estuve…” . Había visto una
inmensa serpiente que se retorcía en el mar haciendo peligrar el navío; y
una Señora vestida de sol y coronada de estrellas que tenía un
ostensorio con el Santísimo Sacramento en el pecho y el Niño Dios en un
brazo; con la otra mano sostenía una espada de dos filos, cuya
empuñadura era una Cruz de oro. La afirmó en el Santísimo Sacramento y golpeó
al animal con tanta fuerza que le destrozó la cabeza; aún así, el
demonio dio horribles alaridos diciendo que no permitiría la fundación.
Mariana vio las innumerables dificultades y sufrimientos que éste
maldito ocasionaría en la vida del Monasterio, pero también que en todos
los tiempos habrían religiosas santas que darían gloria a Dios y a Su
Madre, y atraerían innumerables Gracias. Concluyó su relato diciendo: “… y … un día, la Reina de los Cielos se comunicará conmigo”.
Y así fue.
Fundaron el Monasterio en enero de 1577. A las religiosas españolas se le unieron varias criollas.
A
los quince años hizo sus votos perpetuos; mientras la Madre Abadesa
dirigía la ceremonia, Mariana estaba físicamente allí, pero su alma, en
éxtasis, fue arrebatada al
Cielo, donde el Divino Esposo le entregó como regalo de bodas, Su Cruz!;
oficiaban de padrinos la Virgen María y San José, colocándole éste una
azucena en el pecho, para fortalecerla en la virtud de la pureza. Vio y
conoció misterios, hechos y tribulaciones, luchas y Gracias enormes.
La
vida de Mariana se tornó mas angélica que humana. Los éxtasis y las
comunicaciones con el Esposo se multiplicaron; éste le concedió una
relación viva con el Angel de la Guarda, a quien veía armado como para
un combate, porque la custodiaba y la defendía de los ataques de la
maldita serpiente, de los que siempre salía victoriosa.
Vivió situaciones insólitas e increíbles: Fue Abadesa a los 30 años y reelegida dos
veces. Sufrió cárcel tres veces en el propio convento aún siendo su
Priora, con sus hermanas fundadoras españolas. Su caridad inmensa la
llevó a cosas tales como canjearle a Nuestro Señor el sufrimiento
durante cinco años de las penas del infierno que debía haber padecido
una religiosa tentada por el demonio; rezó y luchó hasta lograr su
conversión, arrepentimiento y salvación! La Madre Mariana murió
físicamente tres veces! Las dos primeras volvió a la vida, pues tenía
mucho que hacer todavía…! En la definitiva, a los 72 años, hizo el
milagro de llevarse con ella a una monja joven y santa, quien
se lo había pedido como una gracia muy especial, y cuya alma voló con
la de Mariana al cielo, mientras rezaba abrazada a sus pies en el
velatorio!
Sor
Mariana de Jesús Torres y Berriochoa, noble española que fue elegida
por Nuestra Señora del Buen Suceso como depositaria de sus revelaciones
El
2 de febrero pareciera que fue la fecha preferida por la Virgen para
hablar con Mariana. Es la celebración de Ntra. Sra. de la Candelaria,
también nombrada como Ntra. Sra. de la Luz, y en América Ntra. Sra. de
Copacabana; representa la Purificación de María Santísima y la Presentación del Niño Dios en el Templo -corresponde al cuarto misterio de gozo del Santo Rosario-. Preferentemente ese día, entre los años 1594 y 1634, la Virgen la hizo depositaria de revelaciones y profecías importantísimas.
OCURRIÓ UN 2 DE FEBRERO DE 1594
La Abadesa
del Monasterio de la Limpia Concepción, Madre Mariana, vio apagarse la
luz de la lámpara del Santísimo desde el coro alto de la Iglesia, donde
hacía su habitual oración a medianoche; intentó encenderla pero no lo
logró. De pronto una bella Señora, se apareció; se presentó diciendo: “Soy María de El Buen Suceso, la Reina de los Cielos y de la tierra…, con esta advocación quiero hacer en todos los siglos, prodigios”. Y tuvieron larga conversación, hasta la madrugada.
Una
aureola de gloria la rodeaba con esplendor; estaba vestida con la saya
blanca y el capuchón azul del hábito de la congregación; sostenía en su
mano izquierda al Niño Dios, de celestial hermosura; en la otra mano
llevaba un báculo de oro bruñido y esmaltado de piedras preciosas; lo que significaba que Ella gobernaría esa santa casa.
La Madre Mariana, tenía treinta años
y cargaba sobre su alma grandes responsabilidades y aflicciones que
sobrellevaba a fuerza de oración y sacrificios, fortaleza e inspiración
sobrenatural. Nuestra Señora la llamaba por su nombre y le hablaba como una madre bondadosa y sabia: “He venido a consolar tu afligido corazón…”.
A
partir de ese día la visitó con frecuencia; profetizó, anunció, pidió,
le hizo conocer secretos y misterios; le reveló el significado de la
extinción de la luz del Santísimo; sus profecías abarcan aquellos
tiempos, nuestros días y aconteceres futuros.
Todo lo que debió cumplirse, ya
se cumplió. Estamos comprobando lo que dijo sobre nuestro tiempo.
Esperemos con confianza lo que vendrá. Como dice San Pablo: “…con la
alegría de la esperanza…”.
PROFECIAS, ANUNCIOS Y PEDIDOS
Nuestra
Señora de El Buen Suceso le habló a Mariana de la Santísima Trinidad,
el Misterio Eucarístico, la Pasión del Señor, los santos, los ángeles y
arcángeles, el Cielo, el purgatorio, el infierno, el demonio, los
mandamientos de la ley de Dios, los sacramentos, el poder de la oración,
el poder de la Madre de Dios, su papel mediador; la Gracia de
Dios, la misericordia, el perdón, la contrición, el premio a la virtud, el castigo, las herejías, etc. Temas que conforman la mas genuina doctrina católica.
Dios, la misericordia, el perdón, la contrición, el premio a la virtud, el castigo, las herejías, etc. Temas que conforman la mas genuina doctrina católica.
Estas son algunas revelaciones:
* Las
religiosas santas del Monasterio sostienen con su oración y sacrificio,
como columnas fuertes y robustas, la integridad de esa casa; son
pararrayo de la Justicia Divina ofendida con tantos pecados secretos y públicos; serán poderosas para conseguir para la Iglesia, la patria y las almas, grandes bienes sin los cuales no subsistiría Quito; …desgraciado fuera Quito sin este monasterio…
Esto
explica la importancia que tuvieron estos conventos, que se
multiplicaron y poblaron muchísimo en toda la región; Enrique de Gandía
dice en su ensayo “La Independencia Americana”, que en el Monasterio de
la Concepción de Lima, en el siglo XIX, había mil cuarenta y una monjas!
* Las almas escogidas como apóstoles, si son activas y fervorosas recibirán grandes bendiciones. Pero ¡ay de las que incautas y ociosas no quieran cumplir su sublime misión!
Hablando de Quito dijo:
* “Dentro de poco será república libre, ya entonces se llamará Ecuador”. Exactamente, así fue.
* En
el siglo XIX vendrá un Presidente de veras cristiano, varón de
carácter, a quien Dios Nuestro Señor le dará la palma del martirio en la
plaza en cuyo sitio está éste mi convento; el consagrará Ecuador al
Sagrado Corazón de mi amantísimo Hijo, y esta consagración mantendrá la
religión católica en los años posteriores, que serán aciagos para la
Iglesia. En esos años el masonismo, esa maldita secta, tomará en sus
manos el poder civil y habrá cruel persecución a las comunidades
religiosas, pero en este monasterio el triunfo será nuestro.
Efectivamente,
el presidente Gabriel García Moreno hizo tal consagración, y fue
asesinado, como lo anunció la Virgen, en agosto de 1875.
Notemos que señala a la masonería en el poder, culpable
de cruel persecución a los religiosos, por lo tanto a la Fe Católica. Y
la califica como “maldita secta”. Sería interesante hacer un análisis
histórico atendiendo a las palabras de Ntra. Sra. del Buen Suceso,
tratando de calificar las acciones de acuerdo a las enseñanzas de Ntro.
Señor Jesucristo y del Magisterio de la Iglesia, confrontándolas con las
inspiradas por el ideario masónico.
* En
el siglo XIX será proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción y en
el siguiente el dogma de la Asunción de María al Cielo en cuerpo y alma.
Lo primero fue cumplido por el Papa Pío IX, y lo segundo por Pío XII.
PROFECIAS PARA NUESTROS TIEMPOS, DEL 2 DE FEBRERO DE 1634
* En el siglo XX cundirán
herejías, se apagará la luz preciosa de la Fe en las almas por la casi
total corrupción de costumbres. Habrá grandes calamidades públicas y
privadas. Las pocas almas fieles a la gracia sufrirán cruel e indecible,
al par que prolongado martirio; por este sufrimiento serán consideradas
mártires. Habrá un ambiente envenenado de impureza que reinará, que a
manera de un mar inmundo correrá por calles, plazas y sitios públicos
con una libertad asombrosa, de manera que no habrá en el mundo almas
vírgenes.
* Con poder y habilidad, el mal se introducirá en los hogares, apagando la luz de la inocencia en los corazones de los niños.
Las palabras de Nuestra Señora se cumplen plenamente
por la televisión y otros medios de comunicación, que ocupan lugar de
privilegio en los hogares y en la mayoría de los sitios públicos.
* Escasearán
las vocaciones sacerdotales, y ¡cuántas vocaciones religiosas
perecerán, por falta de formación! Aunque no faltarán sacerdotes santos
en el clero regular, mas en el secular se afianzarán menos en su
vocación.
Nuestra Señora del Buen Suceso hizo especial hincapié en señalar:
* …el
desprecio que tendrán los vivientes de ese siglo por el Sacramento de
la Penitencia; como enraizados en el pecado tratarán de desconocerlo,
para ellos nada será pecado; los mundanos harán caso omiso de él; los
sacerdotes, unos lo mirarán con indiferencia, otros no lo administrarán,
o lo harán despectivamente, alejando a las almas de él. Como
una excepción, brillará el Santo Cura de Ars, Juan Bautista Vianney,
santificándose justamente por la prioritaria importancia que daba a este
Sacramento.
* Es
la noche oscura de la Iglesia, muchos perderán su espíritu por la falta
de un Prelado y Padre que vele con amor, suavidad, fortaleza, tino y
prudencia. Son necesarias muchas oraciones para que Dios ponga fin a tan
aciagos tiempos enviando a
quien restaurará la Iglesia y el espíritu de sus sacerdotes; estará
dotado de una rara capacidad, de gran humildad, de fortaleza para
defender los derechos de la Iglesia; será de corazón tierno y compasivo.
Para la venida de este restaurador, hará contrapeso la tibieza de las
almas consagradas a Dios. Igual responsabilidad tendrán de que el
maldito satanás se apodere de estas tierras; todo lo conseguirá por
tanta gente sin Fe que como una nube negra oscurecerá el cielo limpio de
la república consagrada al Sagrado Corazón de Jesús, entrando con ellos
todos los vicios, y viniendo por ellos toda clase de castigos: hambre,
pestes, pendencias, apostasía…
* Habrá
una guerra formidable y espantosa; será triunfante la maldad. Entonces
será llegada mi hora, en la que yo, de una manera asombrosa destronaré
al soberbio y maldito satanás, poniéndole bajo mi planta y encadenándole
en el abismo infernal, dejando por fin libres a la Iglesia y a la
patria de su cruel tiranía.
* Hay
dejadez y descuido de las personas que tienen cuantiosas riquezas, que
verán con indiferencia que la Iglesia será oprimida, perseguida en su virtud, triunfante la maldad, sin emplear santamente las riquezas en la destrucción del mal y la restauración de la Fe.
Es
interesante esto; quiere decir que emplear dinero para la destrucción
del mal, ¡es santo!; claro que no solo dinero hay que invertir, también
tiempo, esfuerzo, estudio, sacrificio, lucha. La restauración de la Fe,
por la destrucción del mal, es la gran inversión para el cristiano.
La Virgen
del Buen Suceso pidió a la Madre Mariana que mandara hacer una imagen
tal como la veía a Ella: con el Niño, el báculo de Abadesa y las llaves
con las que guarda la integridad de su convento. Le indicó el nombre del
imaginero “porque tiene conciencia delicada y guarda escrupuloso los
mandamientos de Dios y de la Iglesia…”.
Se hizo como la Virgen lo indicó, y cuando la talla estuvo casi terminada, el Cielo se hizo presente en el Monasterio: San Francisco y los tres Arcángeles, envueltos en fulgores sobrenaturales y cánticos celestiales, transportaron
de asombro y dulzura el alma de las monjas, trabajando en la perfección
y conclusión de la milagrosa imagen que aún hoy se puede venerar en el
antiguo Monasterio.
Las palabras de Nuestra Sra. de El Buen Suceso nos aseguran Su papel mediador entre los hombres y Dios:
* Vengan a mí, para conducirlos yo a El.
La Madre Mariana adelantó que estos anuncios serían conocidos recién en el siglo XX; y también ella. Y así está siendo.
Volviendo
a las enseñanzas de San Pedro y San Pablo, estas profecías inspiradas
por el Espíritu Santo, si las tenemos en cuenta serán las antorchas que
iluminen la noche oscura que estamos viviendo. Que nos sirvan para
reflexionar, para arrepentirnos, para corregir, para vigilar; en una
palabra, para volver al redil de Dios, de la mano de Su Santísima Madre,
que nos anuncia el Buen Suceso de la restauración completa. Tengamos
confianza, porque la estrella de la mañana nacerá en los corazones, en
el nuevo día que vendrá. Y el triunfo del Corazón Inmaculado de María
será una hermosa realidad.
Nuestra
Señora anunció la derrota del demonio y de su obra, la Revolución
gnóstica e igualitaria, y la restauración de la Civilización Cristiana
BIBLIOGRAFIA
Monseñor
Dr. Luis E. Cadena y Almeida: “Madera para esculpir una Santa”, The
Foundation for a Christian Civilization, Estados Unidos de América del
Norte. 1987
Afonzo
de Sousa: “Mística confidente de la Virgen Santísima previó la crisis
actual” Catolicismo, N° 458, febrero de 1989 San Pablo, Brasil
Severo Gómez Jurado, S. J.: “Vida de García Moreno” Ed. Don Bosco, Quito, Ecuador, 1970
Plinio
María Solimeo: “Nuestra Señora del Buen Suceso, profecías y esperanzas
para nuestros días” Rev. Catolicismo, febrero de 1988, San Pablo, Brasil
Nuevo Testamento: II carta de San Pedro a los Judíos, Cap. I, 19-21; II Carta de San Pablo a Timoteo, Cap. III, 16; Carta
de S. Pablo a los Romanos, Cap. XII, 12. La Sagrada Biblia, traducción
de la Vulgata de Don Félix Torres Amal, Barcelona, 1983
Enrique de Gandía: “La Independencia Americana” –Ensayo- Colección “Los libros del mirasol”, Ed. Compañía Gral. Fabril Editora S. A., Bs. As. 1961
Luis
María Mesquita Errea: “Las profecías de Fátima y el triunfo del
Inmaculado Corazón de María”, Ed. Comité de Recepción y Homenaje a la
Sagrada Imagen Peregrina Internacional de la Virgen de Fátima,
Sañogasta, La Rioja, 2001
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