jueves, 24 de septiembre de 2009

Agropecuaria en el Brasil: empresa de alto riesgo - ¿EL PRODUCTOR RURAL ES UN BENEFACTOR O UN MALHECHOR?

Palpitante tema que expondrá el Príncipe Dom Bertrand de Orleans e Bragança, coordenador del movimiento “Paz no Campo”, el martes 29 de septiembre a las 19hs00, en el Palacio Balcarce (Centro de Oficiales de las FFAA), Av. Quintana 161 –entre Parera y Montevideo– de la Ciudad de Buenos Aires.
Dom Bertrand de Orleans y Bragança, abogado y portavoz de productores rurales y empresarios en la defensa de la propiedad privada y de la libre iniciativa, alerta sobre los efectos deletéreos de la Reforma Agraria y de los llamados “movimientos sociales”, que quieren separar al Brasil de los rumbos benditos de la Civilización Cristiana, que sus antepasados tanto ayudaron a construir en ese país, hoy asolado por una revolución cultural de carácter socialista.
Martes 29 de septiembre a las 19hs00
Se servirá un vino de honor
Palacio Balcarce del Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas
Av. Quintana 161 –entre Parera y Montevideo– Ciudad de Buenos Aires
Auspician :
Fundación Argentina del Mañana.

Más información www.fadm.org.ar
Asociación Civil Fátima, la gran esperanza
El sitio propio de Dom Bertrand de Orleans y Bragança es “Paz no Campo”
http://www.paznocampo.org.br/

domingo, 20 de septiembre de 2009

Argentina: sociedad anestesiada y mundo sin libertad


Estimados amigos:
cada vez queda más claro cómo la Revolución anticristiana universal va llevando los destinos de un país como Argentina hacia donde éste no quiere. Situación que le permite a la Revolución imponer hechos, pero no le gana la adhesión de la opinión pública, generando una gran incertidumbre sobre el futuro de sus conquistas.
Entre las causas cabe destacar la masificación, la concentración de poder "democrática" y la falta de una oposición verdadera. Esto último no es de extrañar, cuando la mayoría de políticos son adeptos, en grado mayor o menor, a las ideas inspiradas en la Revolución Francesa y el socialismo.
En el panorama de Morales Solá, que siempre tiene sus más y sus menos, pero suele brindar algunos datos interesantes, me llamó la atención lo de la sociedad anestesiada, que recuerda la gran obra "España, anestesiada sin percibirlo - Amordazada sin quererlo - Extraviada sin saberlo - LA OBRA DEL PSOE" (1988), inspirada en el pensamiento del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, un verdadero tratado de alta política y de análisis de la realidad basada en los principios católicos.
El corolario de la acción de la Revolución no puede ser otro que el impresionante título del artículo. La impresión que deja es que, queriéndolo o no el autor, infunde una especie de resignación incompatible con el espíritu católico y la Fe. Pues por más sombrías que puedan ser las perspectivas, un católico nunca baja los brazos pues sabe que Dios existe y nos ayudará por medio de la Virgen medianera: "¡Ayúdate y Dios te ayudará!". Un conformismo sin fibra sería complicidad con la dictadura que se quiere imponer bajo el rótulo de "democracia", una democracia enteramente desvirtuada que de "gobierno del pueblo" tiene sólo el rótulo.
Cordiales saludos,
El Alférez

Caminando hacia un mundo sin libertad
Por Joaquín Morales Solá
Noticias de Opinión: anterior siguiente Domingo 20 de setiembre de 2009
La Nación on line

Nadie oyó la opinión electoral de los argentinos expresada hace apenas tres meses. Un ex presidente gobierna sólo porque considera el poder democrático un bien conyugal. El vicepresidente de la República, que llegó al cargo como aliado del partido gobernante, se ha hecho cargo de la jefatura fáctica de la oposición. Nada está en su lugar cuando los que mandan resuelven nada menos que sobre la libertad.

Las excentricidades son aún más amplias. Los socialistas rompieron rampantes un reciente acuerdo electoral y, peor aún, decidieron ignorar una clara violación del reglamento de la Cámara de Diputados. La nueva izquierda de Pino Solanas quebró su flamante contrato electoral con la sociedad (sectores capitalinos la votaron como una variante innovadora de la oposición al kirchnerismo) y tampoco reparó en que el camino es tan importante como el objetivo final para las instituciones de la democracia.

El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, se propuso, el día después de las pasadas elecciones, como una alternativa presidencial a los Kirchner. No perdió oportunidad de vapulearlos con una oratoria de fascinado opositor. Pero sus legisladores nacionales votaron al lado del kirchnerismo todas las veces que éste los requirió en cuestiones esenciales. Las vertientes de la centroizquierda, que en su momento llegaron a la Cámara de Diputados con la propuesta opositora de Elisa Carrió, volvieron a acompañar al kirchnerismo sin reparar ni reprochar la poca calidad de los métodos.

Todos ellos hicieron posible el triunfo del proyecto oficialista sobre los medios audiovisuales en la Cámara de Diputados. Cualquier opinión es legítima, pero no cualquier método es legítimo y legal. La oposición, peronista o no peronista, parece desintegrarse ante el fuego intenso de un poder devastador y desprejuiciado.

Néstor Kirchner avanza, es cierto, y lo hace esta vez sobre cuestiones tan sensibles como la libertad de expresión y otros derechos y garantías constitucionales. Ni la República ni la Constitución frecuentaron nunca sus decisiones de gobernante. Pero el transfuguismo político de algunos explica en parte las conquistas del ex presidente. Otra parte de la explicación posible se encuentra en una sociedad desmoralizada, anestesiada y también resignada. [N. de la R. el destaque en negrita es nuestro].

Una enorme mayoría social no quiere a los Kirchner, pero hasta esos sectores suponen que ya todo es inevitable en una Argentina cooptada por líderes caprichosos y mandones exitosos. La libertad de expresión es el derecho de la gente común a conocer las cosas que el poder esconde. Grandes sectores sociales reaccionan, sin embargo, como espectadores de un partido jugado por otros. ¿Cómo un hombre como Kirchner, con una monumental voluntad de poder, no podría en semejante contexto reconstruirse desde la ruina? Lo ha hecho, aunque tal vez está preparando también un largo y abusivo proceso político de conflictos y de escándalos.

Hasta podría decirse que Kirchner se llevó el trofeo de haber roto el Acuerdo Cívico y Social, la coalición de radicales, socialistas y la Coalición Cívica que empató las elecciones nacionales con el oficialismo el 28 de junio último. Esa alianza murió el miércoles pasado, pero fue una obra de sus dirigentes y no de Kirchner. El más importante líder socialista, el gobernador Hermes Binner, hizo lo que él mismo le recriminaba a Carlos Reutemann y que éste no hizo: estar más cerca de los Kirchner que de sus promesas opositoras.

Esa coalición había comenzado a resquebrajarse cuando Carrió anunció que jamás votaría por Cobos. En el fondo, la líder de la Coalición Cívica nunca dejó de ver en Cobos a un conspirador dentro del Gobierno; Carrió detesta la sola idea de un complot para derrumbar a los Kirchner e instalar a Cobos en la Casa Rosada. Sería la solución perfecta para el peronismo. Sería una víctima que, encima, le pasará a un no peronista todos los zafarranchos del kirchnerismo , suele decir.

Cobos es una extraña figura en la política argentina, que mezcla un rol institucional clave con un importante protagonismo político. El límite es impreciso y, a veces, muy arriesgado. El viernes, Cobos dio un manifiesto sobre cómo debería ser el tratamiento senatorial del proyecto sobre la ley de medios. Fue un documento sólo electoral. Ya antes, los dos bloques mayoritarios, el peronismo y el radicalismo, habían acordado que el proyecto pasaría por cuatro comisiones; ni las módicas dos que quería el Gobierno ni las cinco a las que aspiraba Cobos. El número acordado se acerca más al de Cobos que al del oficialismo.

¿Por qué el Senado puede alcanzar esos acuerdos que son imposibles entre los diputados? Desde que la República existe, el Senado se preocupa antes que nada de una cosa: de ser diferente de ese conglomerado caótico, maleducado y chapucero que es la Cámara de Diputados. Es muy probable que el proyecto aprobado en Diputados, tan lleno de imperfecciones y de amenazas autoritarias, sea modificado por el Senado y devuelto a la Cámara baja.

Uno de los artículos que podrían cambiar es el que les fija sólo un año a los multimedios preexistentes para que desguacen sus propiedades. Dicen que ese artículo habría caído en la Cámara de Diputados si la oposición no se hubiera ausentado en el momento de la votación. La aritmética parlamentaria respalda esa teoría. Pero ¿habrían votado igual los oficialistas y los aliados si hubieran visto en peligro al Gobierno? La oposición tiene, además, un argumento sólido: sus legisladores abandonaron la sesión para vaciarla de legitimidad. ¿Cómo podían saber ellos, además, la manera de votar del resto de los diputados si todos fueron empujados a empellones hacia una reunión urgente y antirreglamentaria?

La oposición senatorial aspira también a cambiar el artículo que dispone sobre el futuro organismo de control, que quedaría en manos del Gobierno. Nunca es bueno que la libertad de expresión sea tutelada por quienes están en el poder, pero es lo que quiere el kirchnerismo. Podría haber imaginado un proyecto abierto a las inversiones tecnológicas y a una mayor competencia entre medios de comunicación, libres e independientes. No. El kirchnerismo profundizó su egoísmo: ordenó desguazar lo que existe para poner en manos del Gobierno los despojos que quedarán de semejante destrucción.

Piensa también en los amigos del poder más que en la sociedad. Por eso, no incluyó en el proyecto la prohibición de que los empresarios de medios audiovisuales no deberían ser, al mismo tiempo, dueños de empresas con negocios vinculados con el Estado, como licenciatarias de concesiones o beneficiarias de contratos de obras públicas. El periodismo es en esos casos la primera victima.

Hay un permanente choque entre la palabra y los actos. La supuesta democratización de los medios audiovisuales concluirá con una dantesca fragmentación y la consiguiente debilidad del periodismo de radio y televisión. La Presidenta anunció pomposamente un proyecto para despenalizar los delitos de calumnias e injurias, pero uno de los máximos jefes de hecho de la SIE (ex SIDE), Antonio Stiuso, que depende directamente de ella, no levantó la persecución judicial a periodistas, entre ellos, dos directivos de LA NACION, por el supuesto delito de calumnias e injurias.

Palabras borradas por las acciones. Esa es la contradicción que no supieron ver ni siquiera los que coinciden legítimamente con el proyecto oficial de radiodifusión. ¿Democratizar los medios de comunicación? ¿Quién lo hará? Lo hará un gobierno que ha intervenido los teléfonos y los e-mails de los periodistas, y que ha castigado, difamado y censurado cuando pudo al periodismo independiente. La peor consecuencia de estas sucesivas regresiones ocurre cuando todos, sociedad y dirigentes, se terminan acostumbrando a un mundo sin libertad.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Tradiciones argentinas del "siglo de plata": Alféreces y ayllis (Ensayo de visión histórica católica y señorial, 15ª nota)


Galopes de los "Alférez de San Sebastián" - Fiestas patronales de Sañogasta - 2 y 3 de febrero - En primer plano, gauchos salteños participando de los vistosos homenajes ecuestres a la Virgen de la Candelaria y San Sebastián (tradiciones del siglo XVII)

Tradiciones argentinas del “Siglo de Plata”: Alféreces y “ayllis”
Los feudatarios en armas, cabeza de las primeras estirpes de la aristocracia criolla, son los esforzados paladines de la incipiente civilización. Despierta admiración el Alférez Real con su estandarte al vuelo, sus armas y caballo enjaezado de la que nace la tradición argentina más típica del Siglo de Plata: el Alférez de los santos patronos de los pueblos.
En muchas capillas del Norte podemos ver sus estandartes y banderas, en vigilia hasta el año que viene, si Dios quiere.
Se consolida la devoción al Niño Dios Alcalde en el Tinkunaco (encuentro), donde el Inca y sus a y l l i s son los filiales vasallos indígenas del divino Cabildante y del Rey de España, y los españoles criollos los Alférez del Patrono San Nicolás de Bari. Ambos se encuentran
manteniendo orgánicamente su tipicidad al amparo de la tradición.
Los indios fieles que han peleado contra el Gran Alzamiento (mal que les pese a quienes se aferran al falso esquema de indios vs. españoles) enriquecen la tradición con su presencia y el canto del Tinkunaco en quichua, tal vez compuesto por el propio San Francisco.
Los nobles Alféreces, guerreros de la Cuadrilla de Calchaquí, olvidados por la historiografía liberal, entran por la puerta áurea de la tradición. Es un ejemplo de cómo se plasma la idiosincrasia criolla en este siglo.
Otro tanto se da con las guerras del Chaco, que se suceden a lo largo del período, en defensa de los devastadores ataques de los aborígenes “aterrorizando a españoles (los blancos) e indios pacíficos”. Los nacidos aquí son el contingente mayoritario que ampara la obra de sus mayores, comandados por los feudatarios, los Tenientes o el Gobernador –casi siempre un español.
El heroísmo unido a la Fe en la defensa de la patria es la constante que da las energías de alma para afrontar las sangrientas acometidas de los salvajes. El fragor de las guerras calchaquíes y del Chaco no impide proseguir con apostólico afán su conversión, edificando fuertes, que hacen las veces de los castillos en la Reconquista, y reducciones, al amparo de la Virgen.
Gracias especiales y hechos milagrosos como el que da el patrocinio de San Bernardo a la ciudad de Salta (cuando expulsa a los indios lanzando furiosas abejas desde el Cerro que desde entonces lleva su nombre), dan al esfuerzo guerrero una nota épico-religiosa, que marca especialmente gestas como la recuperación de “La Cautivita” y de la Imagen de Nuestra Señora de la Candelaria de La Viña.
(Siglos de Fe... - 15ª nota)

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Un triduo en honor del milagroso Obispo mártir San Genaro, que cualquier católico puede rezar en familia o privadamente

San Genaro , popular patrono de Nápoles, que todos los años renueva el milagro de la licuefacción de su sangre como desafiando esta época de negación de la Fe, convocando a los católicos al buen combate, es un santo para ser invocado en los conturbados tiempos que nos toca vivir, de crisis de fe y moral. Nos parece que es oportuno pedirle gracias especiales para que Dios ampare la Santa Iglesia Católica y lo que resta de Cristiandad, como también ayudas sobrenaturales para las familias, tan amenazadas por la Revolución anticristiana y las modas inmorales que ésta promueve.
El siguiente triduo fue escrito a pedido del Alférez de San Sebastián D. Genaro Gallego, tradicional vecino del barrio Chucuma, del pueblo de Sañogasta (La Rioja), que heredó de su abuelo, D. Ramón Alives (indio, según nos cuenta don Genaro), un bellísimo cuadro de San Genaro, que será sacado en procesión el 19, por el pasaje que lleva su nombre. Es una muestra de la Argentina profunda, la que nació de la unión entre indígenas y españoles en el marco fecundo de la civilización cristiana.

TRES DÍAS DE ORACIÓN EN HONOR AL SANTO MÁRTIR
S A N G E N A R O
PATRONO DE NÁPOLES
Y DE DON GENARO GALLEGO y FAMILIA
CAPILLA DE NUESTRA SRA. DEL VALLE
BARRIO CHUCUMA - SAÑOGASTA
-Fiesta de San Genaro: día 19 de septiembre-
(Triduo escrito por E.B.B.y D. de M. –Sañogasta, septiembre de 2009)


Para rezar todos los días:

*Acto de Contrición: Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí …

*Acto de Fe: Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del Cielo y de la tierra; y en Jesucristo su único Hijo, Nuestro Señor…

*Los cinco misterios del Santo Rosario que correspondan al día.

*Lectura sobre la vida y los milagros de San Genaro, para los tres días:

+Primer día (16 de septiembre):

La historia de muchos santos mártires no es conocida sino por los hechos ocurridos en el momento de su martirio, y después de su muerte por los prodigios que Dios hizo por su intercesión.
Es el caso de San Genaro y también de San Sebastián.
Ambos santos fueron de la misma época y mandados a matar por el mismo emperador, Diocleciano.
Este –como todos los emperadores paganos- era muy cruel, no por ser emperador, sino por ser pagano. Los paganos no aceptaban al único Dios verdadero, creador del mundo, todopoderoso, misericordioso; tampoco aceptaban sus diez mandamientos. Ellos tenían muchos dioses falsos y adoraban cantidad de ídolos a los que rendían ofrendas y vidas humanas.
En aquellos primeros tiempos de la Cristiandad, la Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo –Dios y Hombre Verdadero- iba creciendo por Su Gracia, por la protección de María Santísima y por la acción de los Apóstoles. Las conversiones y bautismos eran cada vez más, por lo que los paganos los perseguían, los martirizaban y los mataban cruelmente para atemorizar a la gente, a fin de que viendo tantos sufrimientos no se hicieran cristianos.
Pero la gracia de Dios llegaba al corazón de los justos, los convertía y los santificaba.
San Genaro nació en Nápoles en la segunda mitad de los años 200. Nada quedó escrito en la historia sobre su familia, su infancia y su juventud. Pero sabemos que fue Obispo de una ciudad del Reino de Nápoles llamada Benevento, en Italia.
El Obispo Genaro visitaba en las cárceles a los presos que eran tomados por el solo hecho de ser cristianos, entre los que estaban seis diáconos y colaboradores de su Diócesis; los fortalecía en la Fe, en la fidelidad al único Dios verdadero, en el cumplimiento de los preceptos y mandamientos de la Iglesia Católica y les daba los Sacramentos.
Este Santo Obispo cumplió con su misión. Por esa causa, como era una persona de mucho valer, el emperador Diocleciano trató de conquistarlo con ofrecimientos tentadores, para que claudicara en su catolicidad y rindiera culto a los dioses paganos.
Genaro se negó enérgicamente –como lo hizo San Sebastián- y lo encerraron en la cárcel oscura y sucia, como a los demás cristianos fieles a su Fe, atados con cadenas y haciéndolos sufrir castigos y privaciones.
En este primer día de oración en honor al mártir San Genaro pidámosle que nos aliente también a nosotros, como alentaba a aquellos encarcelados.
Pidámosle que interceda ante Nuestra Madre la Virgen de la Candelaria y ante Dios, para que no nos encarcele el paganismo reinante en estos tiempos en que los pecados crecen por el orgullo y la sensualidad, que tientan a las personas llevándolas a modos de vida que ofenden a Dios, y nos hacen olvidar sus Mandamientos sagrados.
Pidámosle que nos ayude a alejarnos del paganismo difundido por la televisión y las publicaciones malas, por músicas y letras de cantos sensuales, por modas indecentes, por el lenguaje torpe y vulgar, y todo lo que nos saca de los buenos carriles que nos conducen a Dios y nos aleja de los merecimientos del Cielo en el día de nuestra muerte.
Recemos por estas intenciones.
También, íntimamente desde nuestro corazón, pidámosle a San Genaro, cada uno lo que desee pedir, en unos minutos de silencio, desde nuestro corazón…


+Segundo día (17 de septiembre):

El Obispo Genaro estaba preso en Nápoles, castigado porque profesaba la Fe de Jesucristo, y por alentar y fortalecer a los cristianos que llenaban las sucias cárceles del emperador Diocleciano. Eran los duros tiempos en que la Iglesia crecía, regada por la sangre de sus mártires fieles, por la gracia de Dios y la protección de María Santísima.
El Santo Obispo Genaro y seis feligreses de su diócesis fueron condenados a morir quemados en un gran horno encendido a alta temperatura. Allí los tuvieron durante tres días, mientras alimentaban el fuego y las llamas ardían.
Cuando el fuego se apagó, los siete mártires, que supuestamente debían estar calcinados, convertidos en cenizas, salieron del horno: vivos, sin quemaduras ni ampollas, con sus ropas, como si nada hubiera pasado, caminando y dando gloria a Dios y a la Virgen Madre, Reina y protectora de los mártires.
Genaro y sus seis feligreses fueron milagrosamente librados de la muerte y los males a que fueron condenados.
Enfurecido Diocleciano ordenó que los llevaran para ser devorados por las fieras: leones y osos que mantenían hambrientos para soltarlos en los famosos “circos romanos”, donde el populacho pagano llenaba las gradas para divertirse viendo morir a los fieles cristianos de esta manera tan cruel. Genaro y sus seis compañeros fueron echados al ruedo y les largaron las fieras.
¡Oh sorpresa!: los leones se echaron mansamente a los pies de San Genaro y ni siquiera rugieron.
Fue un segundo milagro.
La muchedumbre enfurecida comenzó a gritar y a pedir que se les corte la cabeza. Diocleciano los condenó a morir, por tercera vez, de esa manera.
Dios quiso mostrar con estos prodigios, que El es el dueño de la vida y de la muerte y que la Iglesia fundada por Cristo es “Su” Iglesia.
Muchos comprendieron esta verdad absoluta y se convirtieron miles, mientras el paganismo iba muriendo. A tal punto que Diocleciano fue el último emperador que persiguió tan cruelmente a los cristianos. En cambio, le siguió el emperador Constantino, que los apoyó e hizo obras en su favor.
Pero… ¿qué pasó con San Genaro y sus compañeros?
Se cumplió la orden de matarlos cortándoles la cabeza; así entregaron su alma al Señor, santamente, el 19 de septiembre del año 305.
El primer milagro que hizo San Genaro después de su muerte fue a un anciano que le había pedido que le prodigue un poco de su sangre; se le apareció al día siguiente llevándole el pañuelo ensangrentado, aún húmedo, con el que los verdugos le vendaron los ojos para decapitarlo.
Comprenderemos entonces, por qué decimos que la sangre de los mártires es semilla de cristianos. Ella hizo crecer a la Santa Iglesia Católica, Apostólica Romana.
Seamos valerosos como San Genaro.
Seamos apóstoles, hagamos crecer la Iglesia teniendo la fidelidad y la fortaleza para cumplir los mandamientos de Dios, amándole a El en primer lugar con todas nuestras fuerzas y nuestro entendimiento. De ese amor derivarán todas las gracias para ser virtuosos y merecer el Cielo, imitando a San Genaro y a San Sebastián.
Pidámosle a San Genaro, en silencio, desde nuestro corazón, las gracias que necesitemos…

*Día Tercero (18 de septiembre):

El cuerpo del mártir San Genaro fue sepultado y trasladado varias veces a diferentes lugares. Hasta que en el año 1497 lo llevaron a la catedral de Nápoles, donde se encuentra. Allí tuvo reposo definitivo en una capilla bellísima, cubierta de mármoles, una verdadera obra de arte que los devotos construyeron en cumplimiento de promesas. Es llamada la “Capilla del Tesoro”.
Los creyentes acostumbraban en aquellos terribles primeros tiempos de persecución, a recoger un poco de sangre de los mártires, en pequeñas ampollas de cristal que guardaban como reliquia. También recogieron sangre de San Genaro cuando lo decapitaron.
Pero ocurre con ella algo increíble que la ciencia no puede explicar.
Todos los años, cada 19 de septiembre, la sangre que permanece seca y oscura dentro del cristal, se transforma; se licúa hasta quedar fresca y de color rojo vivo, como si estuviera recién vertida por el mártir.
Miles de creyentes acuden a Nápoles para presenciarlo; cuando la sangre, ya líquida, aumenta su volumen y comienza a moverse, el sacerdote que preside la ceremonia anuncia con toda solemnidad: “Ha ocurrido el milagro”, y la iglesia estalla en exclamaciones de entusiasmo y fervor por la renovación del prodigio. La reliquia es venerada por autoridades religiosas y civiles, y todos los presentes, con gran emoción.
Este suceso repercute en los medios de comunicación, en todo el mundo.
La devoción a San Genaro es muy grande, como grandes han sido los favores recibidos por los fieles, en forma personal, pero también en casos de gravedad general.
Un suceso memorable fue cuando el terrible volcán Vesubio, que barrió con su río de lava hirviente varias ciudades, al llegar a Nápoles torció su rumbo, gracias al Santo, cuyas reliquias pasearon los creyentes por la ciudad, quedando intacta; fenómenos similares se han repetido varias veces. Otra ocasión histórica fue cuando una peste de cólera devastó muchas regiones, salvando a Nápoles. En casos de guerra o desventuras entre las gentes de mar, la fe de los devotos no ha conocido límites, recibiendo siempre los beneficios de su Patrono principal, San Genaro.
Pidámosle su protección, pidámosle, en silencio, desde nuestro corazón, lo que necesitemos…


*Oración final:
Glorioso Obispo Santo; Mártir de la Iglesia Católica Apostólica Romana; que entregaste tu sangre y tu vida por fidelidad al verdadero Dios y a Su Santísima Madre, que no te dejaste tentar por los ofrecimientos turbios del emperador Diocleciano y te negaste a rendir culto a los dioses paganos.
San Genaro bendito, bendícenos.
Haznos partícipes de tu santidad.
Contágianos tu fervor y tu valentía.
Danos la gracia de tu fortaleza para decir NO a lo que ofende a Dios, a lo que mancha nuestras almas.
Ayúdanos a decir NO a lo que hace daño a la vida buena y sana de los que tenemos Fe y que aspiramos a ganar la vida eterna junto al Creador único y verdadero, a María Santísima, a los Santos, a los Angeles, y a nuestros seres queridos que tuvieron esa gracia.
Te pedimos especialmente, como Obispo que fuiste:
Que nos inspires la humildad de reconocernos pecadores y arrepentirnos de nuestros pecados.
Que nos concedas la gracia de poder confesarnos antes de tomar la Sagrada Comunión y hacer el propósito de no pecar.
Que nos des la fortaleza de cumplir verdaderamente este propósito, para agradar a Dios y hacer méritos para ganar el Cielo.

San Genaro, Patrono de Nápoles; Patrono de Don Genaro Gallego, ampáralo a él y a su familia y a todos los que participamos de este triduo en tu honor; ruega por nosotros, y espéranos en la Gloria, junto a nuestro Patrono San Sebastián y a nuestra Madre de la Candelaria. Amén.















miércoles, 9 de septiembre de 2009

El Período de consolidación: nuestro "Siglo de Plata" - Ensayo de visión católica y señorial de nuestra historia - 14ª nota

14ª nota
II. PERÍODO DE CONSOLIDACIÓN – “SIGLO DE PLATA” (ca. 1630-1750)
Entramos en un período menos espectacular que el “Siglo de oro”, de inmenso valor para la formación de la Argentina, cuya nota capital es la consolidación y defensa de lo edificado.
Se destacan en este “Siglo de plata”:
· Las Guerras Calchaquíes y del Chaco, que galvanizan e inspiran épicas tradiciones religiosas
· El espíritu de resistencia y progreso de las ciudades
· La definición de nuestra identidad: “con certeza, dice Prudencio Bustos Argañaraz, en el siglo XVII se plasmó la idiosincrasia criolla, con sus variedades regionales”.

Las dos Guerras Calchaquíes del siglo XVII
El Gran Alzamiento calchaquí (1630-1646), conmueve la inmensa región que abarca el Tucumán y Cuyo, y pone a prueba la civilización hispano-indígena de norte a sur.
Es importante analizar detenidamente sus causas, ya que se suele brindar una versión insuficiente y parcial. Los resultados de nuestra propia investigación se encuentran en el trabajo de seminario “Pedro Nicolás de Brizuela – Conquistador, encomendero y fundador – Protector del indio y gobernante” (Sañogasta, 2004), al cual nos remitimos brevitatis causae.
Dos puntos esenciales, que generalmente no se tienen en cuenta, son:
· que la ofensiva de las huestes de Chalimín no fue un alzamiento sino una guerra de exterminio dirigida contra todo lo hispano e indígena católico
· que tampoco se trató de una guerra de indios contra españoles; del lado cristiano combatieron pueblos indígenas fieles, sin los cuales todo se habría perdido. Así consta en las cartas al Rey del Gobernador don Felipe de Albornoz.
La rebelión comienza por el asesinato del encomendero Urbina, parte de su familia y un misionero franciscano; sigue la destrucción de poblados de indios amigos, y continúa sembrando muerte y devastación, profanando iglesias y el Santísimo, ensañándose con los sacerdotes. Fray José Torino, mercedario riojano hijo de primeros pobladores, es una de sus víctimas: los Atiles le quiebran hueso por hueso de pies y manos en medio de gran algarabía.
Los cristianos reaccionan en defensa de la patria y la Fe amenazadas. En su mayoría no son peninsulares sino nacidos en este suelo: indios, criollos y mestizos.
Se destaca don Jerónimo Luis de Cabrera (II), general argentino injustamente olvidado –como aquellos sacerdotes mártires. Gran señor y gran soldado, salva a toda la población de Londres –vital núcleo cristiano perdido en la inmensidad, en el camino a Chile.
Chalimín está a punto de destruirlos; logra entonces Cabrera ubicarlos en sus propias carretas, ya que el jefe indígena les robó las caballadas.
Los lleva a La Rioja sin pérdida de vidas, pese al hostigamiento incesante, las rociadas de flechas y el envenenamiento de las aguas. Es un triunfo notable sobre el cacique que señoreaba sobre todas las parcialidades rebeldes de los valles, de Salta a San Juan. Debe contentarse con destruir la abandonada Londres y las haciendas vecinas, pues lo que realmente sabe hacer es destruir.
Llega Cabrera a La Rioja con su éxodo, cuando jinetes calchaquíes intentan incendiarla… y la salva. Funda cuatro fuertes en puntos estratégicos del comando sur del Tucumán, que sirven para fines defensivos y colonizadores que se convertirán en pueblos. Refunda en Pomán la destruida Londres mostrándole al enemigo que no cederá a sus embates.
Castiga con dureza al cacique Coronillas, que vino del norte a sublevar a los diaguitas, como se hacía entonces con los criminales y traidores al Rey. Rechaza el rescate de oro macizo que el cacique le ofrece, diciendo con altura: “no he venido a enriquecer sino a castigar traidores”.
A sus órdenes se inicia un guerrero de unos 26 años, venido de Castilla la Vieja, Pedro Nicolás de Brizuela, gentilhombre arcabuz que pelea “a su costa y minción”, como un caballero de la Reconquista. Y como tal, acomete hazañas legendarias. Con un tiro de arcabuz deja tendido en Tinogasta al jefe de las huestes atacantes, salvando su vida y ganando por Su Majestad una batalla. En ese momento un grupo de calchaquíes intentaba llevárselo para hacerle sufrir el acostumbrado cruel suplicio.
Quince años después es el General que pone fin al Gran Alzamiento en el que se inició como soldado, mereciendo la gratitud de los vecinos de San Juan Bautista de la Ribera (Londres) y del Gobernador. Como Cabrera, asiste a la población generosamente, con su hacienda.
El ansiado final de la guerra se logra tomando preso al bravo cacique Utimba. Este se entrega al ser vencidas las huestes rebeldes de Hualfín por una fuerza militar constituida sólo por indios fieles. Lo notable es que éstos pelearon siguiendo puntualmente las instrucciones dadas por el General Brizuela, cuyo buen trato ayudó a consolidar el vínculo de fidelidad al Rey Católico.
Se hace patente aquí la coordinación y creciente unión personal y de objetivos entre españoles e indios cristianos. Sumada a la fusión de razas, se consolidaba la Argentina temprana en la empresa común de pelear contra el adversario.
Actúan tipos humanos característicos que encarnan intrépidos jefes como Ramírez de Contreras y Nieva y Castilla, llenos de inventiva y recursos. Los feudatarios con sus escuderos y mesnadas defienden personalmente ciudades, pueblos indígenas y haciendas.
En la segunda mitad de siglo estalla la II Guerra Calchaquí (1657-1665). La provoca la ambición del falso inca Pedro Bohórquez, andaluz resentido, amañado con una india, que encuentra campo propicio en sectores calchaquíes recalcitrantes en su paganismo.
Horroriza a los cristianos ver que los paganos inmolan sus mujeres e hijos arrojándolos al precipicio antes que entregarse. Con ayuda de los naturales prevalece por fin la sociedad hispano-indígena, al pasar la dura prueba que intentó borrarla de nuestro territorio.

II Jornada de Cultura Hispanoamericana por la Civilización Cristiana
Cabildo histórico de Salta

SIGLOS DE FE EN ARGENTINA Y AMÉRICA PREANUNCIAN UN FUTURO GLORIOSO –
La formación de la civilización cristiana y mariana en nuestro suelo y su resistencia a la Revolución igualitaria (ca. 1530-1830)

Luis María Mesquita Errea

8 de septiembre de 2006, fiesta del Nacimiento de Nuestra Señora “que regocijó a todo el universo”