martes, 30 de diciembre de 2008

“…Un pueblo, cuyos bienes más preciados son, la familia, la tradición y la sangre que dimos los Correntinos…”

Señores Revista Rumbos:

DERECHO A RÉPLICA

 

Sorprendida en mi buena fe, es que decido hacer uso del derecho a réplica que me corresponde como choznonieta de Carmen Ferré de Alsina,  una de las cinco Cautivas Correntinas (y su hijita, Carmencita Alsina de Mateu, que estuviese al brazo de su madre cuando las raptaron) durante la Guerra de la Triple Alianza; contra la arremetida incoherente, de quién fuera Francisco Solano López, hijo de Carlos Antonio, más conocido como el “Mariscal” del Paraguay.

Respecto a la nota publicada el día domingo 28 de Diciembre de 2008 (pág 10 a 13), donde la señorita o señora (ya que no la conozco), Gabriela Saidón, hace referencia al enojo que provocó la publicación de su libro o novela en la sociedad Correntina , quiero aclarar que tal reacción se debe a que, usando hechos históricos que dejaron heridas más que sangrientas en mi pueblo natal, la misma fantasea con ellos, llevándolos a un plano de marcado sentido comercial, tal cómo son los temas sexuales cargados de morbo, comprometiendo con nombre y apellido a tan loables damas, cuyo patriotismo no se puede comparar con nuestra historia reciente, más que vergonzosa, cargada de odios y recelos, cuyos males seguimos sufriendo.

Señora o señorita Saidón: El enojo se debe a que usted tocó con su publicación mentirosa y falaz, el honor y buen nombre de un pueblo, cuyos bienes más preciado son, la familia, la tradición y la sangre que dimos los Correntinos (desde la conquista hasta Malvinas inclusive) para que éste bendito País, fuera tal.

La Junta de Estudios Históricos de Corrientes, el Museo Histórico Cabral de Melo y Alpoín, la Comisión de Homenaje a las Cautivas (cuyo logro más reciente ha sido la concreción del Mausoleo donde descansan los restos de las Cautivas y sus pequeños “cautivitos”; monumento tan añorado en la Iglesia Madre de la metrópolis Correntina , Iglesia Nuestra Señora de la Merced, patrona de la Ciudad y, a quien debo mi propio nombre), se sienten mancillados junto a todos los descendientes, al pueblo correntino en su historia y honor, por las soeces palabra que ha dejado escritas en su libro, sobre un tema que debiera haber profundizado adecuadamente. A nuestras Cautivas nadie las “bajó del bronce” como usted señala y mucho menos usted lo podría lograr; no es quién para poder “bajarlas” de su merecido pedestal. ¿Por qué los descendientes de Madame Lynch, amante concubina del Mariscal López, no hicieron escuchar su enojo cuando Belisario Roldán escribió su libro “La Dama del Paraguay”, contando cómo la misma fuera el genio maldito de tal guerra y autora de la desgracia junto a su amante, de las penurias de todo un pueblo, que aún consideramos hermano, por honor, tradición, familia y costumbres, como es la República del Paraguay? Saque usted sus propias conclusiones, que los lectores que saben de historia, ya las han sacado.

Sepa usted que ha tocado un nervio clave en nuestras raíces y que no va a quedar en el olvido. Más bien, cómo dijo nuestro Vicepresidente hace poco, deberá quedar usted a merced de un… “que la historia me juzgue”.

No es de buen cristiano (ni creo que usted lo sea); ni tampoco de un de bien nacido, jugar con el honor y buen nombre de los pueblos y de sus muertos.

Sepa también usted, que mi familia lleva más de ocho generaciones argentinas, tanto materna cómo paterna, por cuyas ramas también me une la historia con este suelo Argentino en su sangre, su honor e historia, hasta el presente. Pedro de Alcántara Díaz Colodrero fue, junto a don Luciano Torrent, representante de mi provincia en el Congreso Constituyente de 1853; y fue de su puño y letra, que se escribió la Carta Magna.

En fin, no me interesa contarle mi prosapia, mi orgullo es sano, no me escudo en él. No tengo necesidad, ya que soy buena persona, buena cristiana practicante por tanto, respeto a mis congéneres y también a todos los muertos, indefensos personajes del recuerdo que por tales, resulta sencillo atacar.

Me hubiese gustado que cuente en el reportaje, cómo actuó usted el día que pretendió presentar su “obra” en mi tierra. Usted no hace mención a cómo debió escabullirse y encerrarse en una oficina del Museo de Bellas Artes Juan Ramón Vidal, del que sólo pudo salir por detrás y, por que hizo apagar las luces, para que la prensa local no pudiese retratar su rostro y su bochorno, cuando públicamente y de frente, cómo debe ser, los descendientes de las Cautivas y el pueblo correntino presente, le reprocharon su morbo, su falta de delicadeza y sobre todo, las mentiras infames que escribió. No se olvide que todo está impreso y por más que se afane en decir que sólo quiso escribir una novela, con ella ha mancillado el honor sagrado de siete mártires argentinos, que tienen descendencia viva y honorable, además del orgullo de haber nacido en su Taragüí.

María de las Mercedes Díaz Colodrero y Ortíz Alsina Atienza de Lucena Cabello e Hidalgo de Alba.

Ciudadana Argentina. Orgullosa Correntina. Mendocina por adopción.

Notario. Profesora Universitaria de Grado y Postrado

 

 

1 comentario:

Cecilia Avalos dijo...

Hola, escribe Cecilia desde Córdoba, Argentina. Mi abuelo Eduardo Laureano Fernando Ortiz era correntino y descendiente directo de Carmen Ferré de Alsina. No sé exactamente cómo viene el parentezco, me sentiría muy agradecida si la señora Mercedes, quien escribe este extenso comentario del libro de Saidón pudiera brindarme algún dato al respecto, puesto que ella también es Ortiz Alsina, como mi abuelo. Desde ya muy agradecida,

Cecilia Ávalos (de los Ávalos de Corrientes, también) cecilia.web@hotmail.com