Devoción a la Virgen y espíritu ecuestre: dos características del argentino campero

Al galope en la quebrada, rejuntando hacienda arisca que
se escapa


La elegancia del caballo criollo norteño con su pelaje sedoso,
descendiente de "los caballos de la conquista" del Perú

En los lugares más insospechados, la Virgen del Valle bendice
los campos, las haciendas y a los pequeños y grandes hacendados,
sostén de tradiciones de tiempos inmemoriales, que la
masificación revolucionaria no consigue extinguir, que se transmiten
de generación en generación

A pesar de las malas influencias de la TV y medios masificantes de comunicación, de la mala política o politiquería populista y de la falta de sacerdotes con auténtico espíritu misionero, seguidores de San Francisco Solano, los criollos del Norte argentino mantienen admirables tradiciones. Una es la de ir al campo a ver las vacas, que pastan en las inmensidades de los cerros, donde es virtualmente imposible tender alambrados, pero no obstante se continúa esta ganadería serrana con respeto a la propiedad y con sentido de familia.
La ida al campo es una aventura que une y atrae a grandes y chicos. No sólo reunir las vacas y caballos es el atractivo. No menos que esto es contemplar el paisaje inconmensurable que refleja la Grandeza infinita del Creador, y recoger yuyos o hierbas aromáticas, cuya fragancia limpia el alma y perfuma los roperos, condimenta las comidas, cura ciertos males y da sabor al mate, como el Inca Yuyo con sus maravillosas florcitas blancas, la Salvia con sus elegantes flores azules, y el vigoroso Poleo.
En las misteriosas quebradas, en lugares insospechables, como esta añosa tala, es frecuente encontrar imágenes de la Ssma. Virgen. Una de las advocaciones más populares en la región de Catamarca y La Rioja, en los ambientes camperos, es la Virgen del Valle.
Así, perfumes, inmensidad, aventura, espíritu épico, contemplación y amor a la Virgen y a los Santos, intercesores ante Dios Nuestro Señor, se entrelazan aún hoy -y esperemos que por siempre- en el alma del gaucho de la región andina, y, sin duda, de todos los otros rincones de la Patria.