martes, 27 de junio de 2023
INVITACION -ROSARIO DE HOMBRES - Sábado 1° de julio - Plaza principal 25 de mayo - LA RIOJA
lunes, 14 de junio de 2021
Carlos Ibarguren, señorío y fidelidad a la Contra-Revolución y a la misión de las élites tradicionale
Nobleza y élites tradicionales análogas está de duelo. Nos ha dejado, el 30 de mayo, tras duros meses de enfermedad, con 83 años, Carlos Ibarguren, admirado y querido amigo de tradicional estirpe norteña, descendiente de fundadores y primeros pobladores de ciudades argentinas y –del lado materno- de militares oriundos de las épicas brumas de Prusia Oriental.
Batallador de la Cruzada del Siglo XXI bajo el estandarte levantado por Plinio Corrêa de Oliveira en los cinco continentes, por el lema Tradición, Familia y Propiedad.
Alma atraída por todo lo grande; observador perspicaz y discreto. Hombre de campo y de a caballo, y hombre de salón; hospitalario, generoso, distinguido. Miembro nato del “estado mayor” de la Contra-Revolución. De gran porte físico y espiritual.
Integraba y dirigía comisiones de altos estudios. Admirador y exponente de nuestras esencias nacionales. Hombre de élite. Aristócrata fiel a su misión en tiempos de igualitarismo y de ausentismo de las élites. Muy hispánico, admiraba la cultura de la Hija primogénita de la Iglesia donde nacieron las cruzadas, y tenía en su biblioteca toda la colección de “Historia“ con las originales contribuciones de historiadores miembros de la Académie Franςaise, de figuras cercanas al Zarismo, como el príncipe Yousoupoff y relatos de la epopeya de Cadoudal, el Gedeón de la Chouannerie, o de los terribles enigmas arqueológicos del pozo de Chichén-Itzá. Riquezas de espíritu y cultura que amenizaban la conversación de uno de los “claros varones” de la Argentina tradicional.
María Ester Amadeo Padilla, su distinguida y abnegada mujer, acompañó y apoyó su vocación contrarrevolucionaria y con edificante dedicación estuvo a su lado hasta el último momento, ayudándolo en su voluntad de recibir la Comunión diaria y los Sacramentos de la Santa Iglesia, preparándose para una buena muerte y aspirando a la bienaventuranza eterna.
Carlos fue uno de los pilares de la gesta de la TFP argentina, entidad de la que fue co-fundador y miembro del Consejo Nacional. Orientó con otro colaborador la Comisión que documentó -en el voluminoso libro “Un ideal, un lema, una gesta”– sus acciones en Argentina, muchas de ellas participando de históricas campañas internacionales, junto a las entidades autónomas y co-hermanas inspiradas en los ideales y la figura de Plinio Corrêa de Oliveira, justamente llamado Cruzado del siglo XX y Profeta del Reino de María por el riguroso Profesor romano Roberto de Mattei.
Estas fueron algunas de tales epopeyas contra la Revolución Igualitaria mundial, de las que su figura es indisociable:
+ Frei, el Kerensky chileno, de Fabio Vidigal Xavier da Silveira, que previó la caída de Chile en el comunismo preparada por la D.C. 3 ediciones de gran repercusión.
+ 2.040.368 firmas, 280.000 de argentinos, pidiéndole a S.S. Paulo VI medidas contra la infiltración comunista en el Clero.
+ Campaña pública, con las vistosas capas y estandartes, del n° 4-5 de Tradición-Familia-Propiedad denunciando al Idoc y los Grupos Proféticos semi clandestinos que tramaban la subversión en la Iglesia.
+ Edición de la revista mostrando la maniobra para disimular el poco glorioso retorno de Perón a la Argentina.
+ Edición y difusión de 6.000 ejs. del ensayo Revolución y Contra-Revolución del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, libro base de los contra-revolucionarios de todo el mundo. Con prólogo especial del autor sobre los puntos de contacto entre su obra y el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen de San Luis María Grignion de Montfort (ver en «search», en rcr-una-obra-clave.blogspot.com y en www.pliniocorreadeoliveira.info).
+ Publicación de El nacionalismo, una incógnita en constante evolución (6.000 ejs.), escrito por una Comisión presidida por Cosme Beccar Varela e integrada por Carlos Ibarguren et al., abordando desde un punto de vista contra-revolucionario los aspectos controvertidos del desarrollo ideológico de dicha corriente.
+ Tres números especiales de TFP consagrados a «Ver, Juzgar y Actuar», denunciando el entreguismo del gobierno de facto hacia la izquierda y el peronismo, con caricaturas de Alejandro Ezcurra Naón, campaña ampliada luego en «Los Kerenskys argentinos». Difundidos 40.000 ejs. en campañas públicas en todo el país.
+ 1974 – En estado de resistencia a la Ostpolitik vaticana: Ante la Ostpolitik vaticana, para las TFPs: ¿cesar la lucha o resistir? Histórico documento en que la TFP se declara en filial resistencia ante la política de distensión del Vaticano con los gobiernos comunistas.
+ Difusión del mensaje de Fátima en el Simple relato de lo que sucedió en Fátima cuando Nuestra Señora apareció. 20.000 ejemplares divulgados. Se prepara la multitudinaria recepción a la Imagen Peregrina de la Virgen de Fátima en Buenos Aires, Salta, Córdoba, Tucumán y Mendoza. Más tarde la Sda. Imagen visitará San Luis, invitada por Mons. Laise, y dos veces La Rioja donde el Obispo, Mons. Sigampa, bendecirá la ermita y la primera calle en el mundo en llevar su nombre, en Sañogasta.
+ Se publica La Iglesia del Silencio en Chile — Un tema de meditación para los católicos argentinos, de gran repercusión.
+ 1982 – Denuncia del socialismo autogestionario francés – Es publicado el Mensaje de las TFPs —escrito por Plinio Corrêa de Oliveira— denunciando el socialismo autogestionario de Mitterrand. Ocupa 6 páginas de La Nación y resúmenes en numerosos diarios, y aún en Selecciones del Readers’ Digest, leída en todo el mundo. Denunciada la maniobra internacional del «socialismo autogestionario», éste languidece en Francia, …como lo previó el autor
+ 1989 – La TFP difunde en todo el país número especial de «Tradición, Familia, Propiedad» con un resumen del libro de TFP-Covadonga España, anestesiada sin percibirlo, amordazada sin quererlo, extraviada sin saberlo. La obra del PSOE.
+ En 1990, campaña de recolección de la TFP argentina y sus co-hermanas obtiene 5.218.520 firmas por la independencia de Lituania, entregadas al Presidente V. Landsbergis. Copia de los microfilms son entregadas por una delegación de TFPs en el propio Kremlin. El Guinness Book of Records consigna: la campaña tiene el record mundial de recolección de firmas.
+1993: publicación de la obra póstuma de Plinio Corrêa de Oliveira “Nobleza y élites tradicionales análogas – En las alocuciones de Pío XII al Patriciado y a la Nobleza romana”, eximiamente ilustrado, de altos horizontes, con ediciones en varias lenguas y presentaciones de gran impacto en puntos clave del mundo. Obra de gran significado para él, Carlos Ibarguren promueve activamente su difusión. + + +
Después del 3 de octubre de 1995, fecha de la muerte del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira –que tenía por Carlos Ibarguren especial deferencia y paternal aprecio-, él continúa la lucha en unión con la Asoc. de Fundadores de la TFP, el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira y las demás entidades co-hermanas fieles al legado del ilustre pensador y hombre de acción brasileño, las cuales en sus países no cejan en la lucha y organizan conferencias y acometen lances contra-revolucionarios de gran envergadura y repercusión, inspirados en sus principios y tácticas. Resultando imposible reseñarlas a todas, mencionemos a continuación algunas.
+ Jornadas de Cultura Hispanoamericana por la Civilización Cristiana y la Familia (NOA)
Comienzan en 2004 con la “Caravana de la Reina”, celebrando el V Centenario de la muerte de Isabel la Católica con una serie de conferencias, presentación de monografías y ponencias iniciada en el Club “20 de Febrero” de Salta, continuada en Tucumán, Catamarca y La Rioja (Club Social), y final en el pueblo de Sañogasta, con representaciones y desfile de los Camperos de San Sebastián.
Las Jornadas se celebran anualmente en el Cabildo Histórico de Salta y en el Museo de la Ciudad Casa de Hernández. Son hasta ahora (temporariamente interrumpidas por razones de público conocimiento) 16 Jornadas en Salta -que en 2019 se extienden a Tucumán con la I Jornada por la Cristiandad, y conferencias adicionales en la UNSTA de San Miguel del Tucumán y en la Agrupación Gaucha Juan C. Dávalos de San Lorenzo, Salta, del Dr. Miguel Beccar Varela.
Participan calificados disertantes nacionales y del exterior. Mención especial merece la presencia de S.A.I.R. Dom Bertrand de Orléans y Braganza como conferencista en la III Jornada sobre “La Civilización Cristiana: ¿valor superado o clave para entender el futuro?», y en el Club 20 de Febrero sobre Misión de las élites tradicionales análogas (ambas en 2007); y en el World Congress of Families (2016), oportunidad en la que Carlos Ibarguren, participante y benefactor habitual de las Jornadas, agasaja al ilustre visitante en un almuerzo en el Hotel Salta.
+ Ante la realización del Sínodo Ordinario sobre la Familia, Filial Súplica al Papa Francisco sobre el futuro de la Familia, que reúne 790.190 firmas, entregadas al Papa en Roma el 29/9/2015. Entre ellos 202 cardenales, arzobispos y obispos piden al Santo Padre “una palabra esclarecedora” para disipar la “generalizada desorientación causada por la eventualidad de que en el seno de la Iglesia se abra una brecha tal que pueda permitir el adulterio e incluso una eventual aceptación de las uniones homosexuales”.
Se difunde el vademecum Opción preferencial por la Familia –100 preguntas y 100 respuestas a propósito del Sínodo, obra de tres Obispos, con prólogo del Cardenal Medina Estévez, solicitado en decenas de millares de copias desde diversas partes del mundo.
Carlos Ibarguren obtiene la firma de Obispos argentinos y estimula a otros miembros de “la familia de almas TFP”* a hacer otro tanto (*ver noticia de Aci prensa en el buscador “search”).
Surgen o se renuevan sociedades y páginas web que cuentan con su orientación y apoyo, como la Asoc. Civil Fátima La Gran Esperanza, Nobleza y élites tradicionales análogas (Nobleza.org) y Paz en el Campo, entidad de defensa de la propiedad rural que se inicia con una famosa marcha de cientos de km a Luján para pedir a la milagrosa Patrona de Argentina que proteja nuestra patria de la amenaza del agrorreformismo comunizante.
+Campaña en apoyo de los católicos perseguidos en China – 14/3/2018 – Publicada en el site Fátima la Gran Esperanza, afirma:
“(…)el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira y las asociaciones autónomas y co-hermanas de todo el mundo, como también los millares de católicos que agregan sus firmas al Mensaje dirigido ahora al Cardenal Zen y a nuestros heroicos hermanos católicos de la “Iglesia clandestina” perseguidos en China:
Manifiestan al Emmo. Cardenal Joseph Zen, a toda la Jerarquía, clero y pueblo católico de China su admiración y solidaridad moral, en este momento en que urge erguir la resistencia ante el Moloch comunista y la Ostpolitik vaticana. (…)
Afirman sentirse plenos de aliento, fuerza y esperanza invencible ante el épico ejemplo de los actuales mártires que perseveran en China. (…)
Elevan sus plegarias a Nuestra Señora Emperatriz de China para que, con desvelo de Madre, socorra y dé ánimo a sus hijos que luchan para mantenerse fieles a pesar de circunstancias tan cruelmente hostiles.
+ Urgente llamado para resistir a la traición y a la ruina de Occidente, flor y nata de la civilización
Algunos pasajes de este documento: “A eso se suman los horizontes indigenistas propuestos en la Encíclica ‘Laudato Si’ y en la Exhortación Apostólica Querida Amazonia, que presentan el modo de vida tribal como modelo de vida y comunidad sustentable. Para no mencionar los horrendos actos de culto a la Pachamama en el Vaticano. Ambos documentos confirman trágicamente las previsiones del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira sobre las tendencias pauperistas y tribalistas en la Iglesia, hechas en la tercera parte de su libro Revolución y Contra-Revolución, en 1976, y en su obra Tribalismo Indígena: Ideal Comuno-misionero para el Brasil del siglo XXI, publicado en 1977”.
En el ítem V -Resistencia- de la Declaración, concluye: “Resistir significa que animaremos a los católicos a reafirmar su amor por la civilización cristiana occidental y su deseo de defender sus remanentes y su cultura. Es más, promoveremos su restauración con mayor brillo y solidez, para que Occidente recupere el liderazgo mundial que merece, no por ser occidental, sino por ser católico. La civilización cristiana occidental se basa en un pasado dos veces milenario y en el hecho de tener como centro a Roma, la Sede de Pedro.
“ (…) Resistir significa proclamar con indómita confianza que más allá de las tempestades espirituales, de los desafíos materiales y de todos los ataques de sus enemigos, Occidente y la civilización cristiana se erguirán de nuevo, cumpliendo las proféticas palabras de la Santísima Virgen en Fátima: “¡Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará!”. 30 de octubre de 2020
Sigue la Lista de las 27 Entidades Firmantes:
Asociación Civil Fátima la Gran Esperanza (Argentina)
Deutsche Gesellschaft zum Schutz von Tradition, Familie und Privateigentum e.V. (Alemania)
Australian TFP, Inc.
Instituto Plinio Corrêa de Oliveira (Brasil) (…)
Carlos Ibarguren no fue de aquellas personas que en la vejez hacen de la lucha un “saudosismo” romántico. Como Santa Teresita, que hablaba en sus escritos de “la felicidad de guerrear contra los herejes” y decía “Señor, ¿será posible que yo muera en una cama y no en un campo de batalla?”, él anhelaba la batalla contra los partidarios del igualitarismo revolucionario en todos los campos.
Entre tanto, siempre conforme con los designios de la Providencia, ya enfermo, pero no vencido, dedicó sus últimos esfuerzos a la causa de la civilización cristiana en su patria, impulsando la difusión de mensajes contra la aprobación del aborto en el Senado (ver en Fátima la Gran Esperanza y en este site LA CONTRA-REVOLUCION en ARGENTINA: OPOSICION TERMINANTE A LA MATANZA DE LOS INOCENTES), y alentando el pedido a S.S. Francisco I de José Antonio Ureta “Con la palabra, el Papa Francisco” – Consideraciones sobre la escandalosa ceremonia nupcial en la Iglesia salesiana de Ushuaia, 13-2-21, (v. blog Aristocracia y Sociedad Orgánica aristocraciacatolica.blogspot.com y site Fátima la Gran Esperanza).
Estas notas quedarían incompletas sin mencionar que, para una persona tan conocida y vinculada como Carlos Ibarguren, fue particularmente verdadero aquello del via crucis:
“Si fuera preciso sacrificar carrera, amistades, vínculos de parentesco, vanidades mezquinas, hábitos inveterados, para servir a Nuestro Señor, debo hacerlo. Pues este paso de la Pasión me enseña que a Dios debemos darlo todo, absolutamente todo, y después de haberlo dado todo aún debemos dar nuestra propia vida” (v. 9ª. estac.).
Entre los amigos que lo despidieron con emotivos mensajes se cuentan S.A.I.R. Don Luis de Orléans y Braganza, Jefe de la Casa Imperial brasileña, S.A.I.R. Don Bertrand de Orléans y Braganza, Príncipe Imperial del Brasil, dirigentes del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira, miembros y simpatizantes de Sociedades y Centros Culturales de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad y de Tradición y Acción europeos e hispanoamericanos, así como el Centro de Estudios Históricos, Genealógicos y Heráldicos del Mayorazgo de San Sebastián de Sañogasta, co-editor de esta página.
Nota: las campañas mencionadas en estas notas pueden encontrarse en las respectivas páginas web, en el buscador de Nobleza.org , rcr-una-obra-clave.blogspot.com y en www.pliniocorreadeoliveira.info
martes, 30 de marzo de 2021
miércoles, 23 de diciembre de 2020
martes, 6 de octubre de 2020
LA GESTA DE ISABEL LA CATOLICA - Cap. VIII - Toro
CAPITULO
VIII
TORO
A |
lfonso V, en lugar de apoderarse de
“Fracasó en sus cálculos sobre la
reacción del genio de Isabel, tan extraordinario como el de Santa Juana de Arco”, y le dio lo que ella más necesitaba,
que era tiempo.
“Isabel sacó de éste el mejor partido. Para
ella no eran obstáculos las enfermedades, el mal tiempo ni los peligros de la
región. Durante meses vivió casi siempre a caballo, de un confín a otro del
reino, pronunciando discursos, celebrando conferencias, dictando cartas a sus
secretarios durante toda la noche, presidiendo el tribunal toda la mañana,
juzgando a algunos ladrones y asesinos merecedores de la horca, recorriendo
cien o doscientas millas por los fríos pasos de las montañas para suplicar a
algún noble, tibio en su lealtad, quinientos soldados”.
Dondequiera que fuese, inflamaba el ánimo de
lucha de los castellanos contra los portugueses. Terminaba sus arengas con una
apasionada oración, pidiendo a Dios “que manifiestes tu voluntad con tus obras
maravillosas”, “porque con tu gracia pueda haber paz en estos reinos”.
Mientras Fernando reclutaba en el Norte,
Isabel reunía miles de hombres en Toledo y se ponía a su frente vistiendo su
armadura. Con enorme esfuerzo reunieron 42 mil hombres mal disciplinados y
armados.
Fernando se dirigió a Toro, que se le
rindió. Luego halló cortadas las comunicaciones por la defección del gobernador
de Castronuño. Hubo deserciones y hambre, y el ejército se dispersó en gran
parte.
Pero Isabel no se desanimó y se dispuso
a mayores esfuerzos, estimulada por un valioso consejero, don Pedro González de
Mendoza, el Cardenal de España. Era hijo del Marqués de Santillana, “sacerdote
devoto, experto soldado y profundo hombre de Estado”.
Ante la situación extrema le sugirió una
medida salvadora: pedirle al clero que haga aportes de las donaciones que había
acumulado durante siglos, lo que permitió reunir una gran suma para equipar las
fuerzas leales. Cinco meses después del fracaso de Toro había 15 mil hombres
bien armados y adiestrados.
Alfonso V ofreció retirarse a cambio de
Toro, Zamora y el reino de Galicia. A lo que Isabel respondió: que jamás
entregaría una sola almena de los reinos de su padre.
Fernando debió dejar su ejército allí y
dirigirse al Norte, mientras Isabel galopaba a Toledo para conseguir refuerzos.
De ahí pasó a León para rescatarla de un gobernador traidor, en un
recorrido de
De vuelta, envió al Conde de Benavente a
lanzar un ataque nocturno contra los portugueses, que se retiraron hasta
Zamora. El gobernador del puente de Zamora quería entregar este paso vital a
los Reyes Católicos, pero requería el envío de tropas.
A pedido de Isabel, Fernando se fingió
enfermo para poder abandonar Burgos en secreto, cabalgando
Ante el peligro de una derrota, Isabel
llevó el esfuerzo a límites sobrehumanos. Como hábil general advirtió que era necesario atacar y dividir
las fuerzas enemigas, organizando ataques contra flancos diversos y tomando con
la caballería una ciudad que, según había descubierto, estaba desguarnecida.
Alfonso comenzó a retroceder y Fernando a perseguirlo. El Cardenal Mendoza le
hizo saber que el enemigo estaba desplegado en orden de batalla, con el sol en
contra. Era preciso atacar sin demora.
Las tropas se acometieron con furor en
el quiebre de las lanzas, y el choque de las armaduras y de los caballos. Los
jinetes caían y quedaban allí, o empuñaban la espada para enfrentar a los
infantes, que corrían con dagas y hachas al grito de “¡Fernando!” o de
“¡Alfonso!”
Donde ondeaban los estandartes de los
reyes rivales, la lucha era más dura, en medio de gritos y luchas. El Cardenal
de España, con su roquete de obispo negro de sangre , peleaba como un
tigre derribando portugueses. Del lado enemigo tronaba la artillería de don
Juan de Portugal, seguido del estampido de la mosquetería. Seis escuadrones de
caballería de gallegos y asturianos fueron descalabrados por la aguerrida
caballería portuguesa.
Mientras el sol se inclinaba y la oscuridad invadía el campo, ambos bandos seguían combatiendo. El portaestandarte de don Alfonso de Portugal hacía esfuerzos por alzarlo al viento. Una flecha castellana le hirió el brazo que conservaba sano, por lo que sostuvo la enseña con los dientes hasta que cayó acribillado.
Mientras el Cardenal de España se apoderaba de la bandera portuguesa, el
valiente y obeso Rey Alfonso caía por tierra, peleando. La incertidumbre se
extendió por el campo lusitano, que estaba hambriento y cansado.
Los batallones de jinetes asturianos y
gallegos, que habían huido de la artillería de don Juan, se reagruparon y
cayeron sobre los desorganizados portugueses, que comenzaron a retroceder. El
Cardenal y el Duque de Alba los empujaban hacia el
río a pesar de los gritos de guerra del
Rey y de don Juan, como así también del valeroso Carrillo, ensangrentado de
pies a cabeza y con la espada rota.
Los vencedores gritaban “¡Santiago!”,
“¡Castilla para el rey Fernando y la reina Isabel!”
Por la noche ordenó don Fernando que
cesara la matanza y dejaran de hacer prisioneros. La furia de los castellanos
era tal que querían matar a los cautivos, a lo que se opuso resueltamente el
Cardenal Mendoza, apelando a la hidalguía de los soldados.
Al amanecer envió Fernando un mensaje
breve y afectuoso a Isabel, comunicándole la victoria. Ella recibió la noticia
con gran alegría y ordenó al clero que fuera por las calles cantando el Te
Deum.
Entre aclamaciones del pueblo, la joven
reina salió del palacio descalza como promesante, caminando sobre las toscas
piedras de la calle hasta el monasterio de San Pablo. Rodeada por la multitud
se arrodilló en el altar mayor con gran
devoción y humildad, dando gracias por el triunfo al Dios de las batallas.
LA GESTA DE ISABEL LA CATOLICA - Cap. VII - Isabel, de corona...y coraza - La ceremonia de coronación en el cristiano reino de Castilla
CAPITULO VII
ISABEL, DE CORONA... Y
CORAZA -
S |
igamos la colorida
descripción de William Thomas Walsh de lo que ocurrió ese día:
“Una fría mañana del 13 de
diciembre, Isabel contemplaba desde el Alcázar de Segovia la ciudad llena de
gente. Por las cuatro puertas de la severa ciudad construida sobre un peñascal
iban entrando nobles y comuneros de toda la comarca, ondeando los pendones y
sonando las trompetas, los caramillos y los timbales, porque no había en España
ceremonia completa sin música.
Se alzó una atronadora
gritería cuando se abrió la puerta del castillo y salió doña Isabel montada
sobre un blanco palafrén, a un lado, el gobernador Cabrera y al otro el
arzobispo Carrillo. Tenía entonces la reina veintitrés años; era de bella y
majestuosa figura, e iba vestida de blanco brocado y armiño desde la cabeza
hasta los pies. Las gemas brillaban en su garganta, en las hebillas de sus
zapatos y en las bridas; y su caballo llevaba gualdrapas de paño de oro.
Avanzaba lentamente a lo largo de la estrecha calle de piedra, casi a la cabeza
de una magnífica procesión: Delante de ella, en un gran caballo, marchaba un
heraldo sosteniendo, con la punta hacia arriba, la espada de justicia de
Castilla, que brillaba amenazadoramente desnuda a la luz del sol, símbolo de
que aquella jovencita montada en la blanca jaca española tenía el poder de vida
y muerte sobre todos los que la rodeaban. Detrás del heraldo iban dos pajes,
llevando sobre un almohadón la corona de oro de su antepasado el rey Fernando
el Santo. Seguían a la princesa prelados y sacerdotes con casullas trabajadas
en hilo de oro sobre púrpura de seda, nobles vestidos de ricos terciopelos
deslumbrantes de pedrerías y con resplandecientes cadenas de oro, concejales de
Segovia con sus antiguas vestiduras heráldicas, lanceros, ballesteros, hombres
de armas, portaestandartes, músicos”, y detrás, el común.
“¡Viva la reina! ¡Castilla
por la reina doña Isabel!”, gritaba el pueblo.
Al llegar a la plaza, la
reina se apeó, subió a una alta plataforma adornada con tapices de ricos colores
y se sentó en un trono. Entre gritos y toques de trompetas, le colocaron sobre
el claro cabello castaño la gran corona de sus antepasados. Las campanas de
todas las iglesias y conventos de la ciudad comenzaron a sonar alegremente;
desde la guardia del Alcázar disparaban mosquetes y arcabuces y tronaban
pesadas lombardas desde las murallas de la ciudad.
Isabel era por fin reina.
Después que todos los nobles
presentes besaron su mano y le prestaron juramento de fidelidad, Isabel se
dirigió a
“Pidiéndole la gracia
necesaria para gobernar con arreglo a la voluntad divina”: en esta sencilla
frase se encierra todo el programa y la grandeza de una Civilización Cristiana.
Cuántas enseñanzas tiene
esta ceremonia de coronación. Es como para meditar sus pasajes y extraer de
cada uno la esencia y el perfume de
Entretanto Fernando se
encontraba en Aragón intentando poner en práctica el programa combinado con
Isabel. Encontró a Zaragoza alborotada por la tiranía del converso Jiménez Gordo.
Fernando lo invitó a visitarlo, lo arrestó, le proporcionó un sacerdote para
que tuviera una buena muerte y lo hizo ejecutar ese mismo día. El cadáver fue
expuesto en la plaza.
Estas formas, que hoy
ciertamente chocan, eran propias de la época. Creemos que tenían la finalidad
ejemplificadora de mostrar que no había impunidad para el mal y que la justicia
real era capaz de ponerle fin. Recuerda las palabras de San Pablo, de que el
príncipe tiene la espada para hacer justicia.
Difícil es graduar hasta dónde
debe llegar el rigor y hasta dónde la suavidad y la dulzura. Ambos extremos se
prestan a desequilibrios. Sólo la sabiduría cristiana y la gracia de Dios, que
se obtienen por la oración, más aún si se lleva una vida recta como la de
Isabel, pueden inspirar las decisiones
justas y las medidas acertadas, o la aplicación de buenas leyes a los casos
concretos.
No le gustó a don Fernando
enterarse de la coronación de
Intervinieron como
mediadores el Cardenal de España y el Arzobispo Carrillo, pero fue Isabel
quien, con tacto y dignidad, colocó a don Fernando en posición tan decorosa que
no tuvo más remedio que aceptarla.
La Reina le hizo ver que
“vos como mi marido sois rey de Castilla, e se ha de facer en ella lo que
mandáredes; y estos reinos, placiendo a la voluntad de Dios, después de
nuestros días, a vuestros hijos e míos han de quedar”. Que de otra manera
podría darse que su hija Isabel viniere a casarse con un príncipe extranjero
que pretendería apoderarse de las fortalezas y patrimonios reales, cayendo el
Reino en manos extrañas para gran cargo de conciencia de los Reyes.
Conforme Fernando con tanta
lógica y tacto, dispusieron ambos que no se hablase más de ello. A esta altura,
Salvo excepciones, en los
asuntos públicos actuarían como una sola persona: ambas firmas en los
documentos, ambas caras en las monedas. “Muchos trataron de separarlos, pero
ellos estaban resueltos a no disentir”. Fue Isabel un ejemplo de abnegación, de
ofrecer situaciones desagradables para mantener la unión.
Es más, ambos debían hacerlo
para cumplir la gigantesca obra que los esperaba: convertir la anarquía en
orden, restablecer el prestigio de la corona, recuperar tierras ilegalmente
entregadas por Enrique a nobles usurpadores, sanear la moneda, restablecer la
prosperidad del campo y la industria, resolver el problema de judíos, moriscos
y conversos, tarea casi imposible para estos jóvenes reyes sin tropas ni dinero
y rodeados de enemigos. “Castilla vivía en el caos”.
La obra que planeaban realizar
con Fernando se orientaba en las siguientes direcciones:
a)
eficiente administración de Justicia
b)
codificación de las leyes
c)
contención de los nobles
d)
reafirmación de derechos de la corona respecto
de los derechos eclesiásticos
e)
regulación del comercio
f)
recuperación de la
preeminencia de la autoridad real
(cf. “The Historians’ History of the World”, Ed. The Times, Londres, t.
X, cap. VI, p. 134).
Isabel comenzó su reinado
alejando a los parásitos heredados del anterior. Designó a hombres capaces y fieles
como el Cardenal Mendoza, Canciller, el Conde de Haro, Condestable de Castilla,
y Gutiérrez de Cárdenas, el tesorero. Los Reyes hicieron ejecutar a ladrones y
asesinos a diestra y siniestra; los ciudadanos, labradores y toda la gente
común, deseosa de paz, “estaban alegres e daban gracias a Dios”, porque “los
buenos les habían amor e los malos temor”.
Los poderosos que se habían
adueñado del país no estaban dispuestos a entregarse. El joven Marqués de
Villena amenazaba con proclamar reina a Juana
El Cardenal Mendoza se
ofreció a dar un paso atrás para ganarlo al anciano Carrillo, cuyas respuestas
evasivas despertaron sus sospechas. Para peor habían estallado querellas entre
los grandes por cuestiones de intereses. La situación se agravaba: Alfonso V
escribía a los Reyes que proyectaba casarse con
“Isabel no podía creer que
su viejo amigo Carrillo se hubiera pasado a sus enemigos”. Dictó una carta al
Prelado que no obtuvo respuesta. Quien lo tuviera de su lado ganaría, pensaban
todos.
Decidió entrevistarlo,
previo encuentro entre el Arzobispo y el Conde de Haro. El despecho y la
soberbia de Carrillo hablan en esta frase: “La quité (a
Al recibir el informe del
Conde,
No la esperaban allí
noticias agradables. Alfonso V había cruzado la frontera de Portugal con 20 mil
hombres para encontrar a sus aliados castellanos en Palencia. Se había casado
públicamente con
Fernando cabalgó
ansiosamente al Norte reclutando un ejército. “(...) Se había hecho impopular
en Castilla después de su intento de usurpar la corona, y... cualquier
llamamiento que quisiera hacerse debía partir de Isabel”. Parecía claro que
Alfonso V se apoderaría pronto de ella y de su reino.
“La reina Isabel, vistiendo
coraza de acero sobre su sencillo vestido de brocado, apretaba silenciosa los
labios mientras montaba a caballo y emprendía el camino del Norte”.
viernes, 2 de octubre de 2020
LA GESTA DE ISABEL LA CATOLICA - Cap. VI - Una situación que requería sabiduría y fortaleza
Bonifacio VIII
CAPITULO VI
UNA SITUACIÓN QUE REQUERÍA
SABIDURÍA Y FORTALEZA
L |
as noticias de Roma eran
esperanzadoras. El Papa iniciaba su reinado con planes de reforma. La
organización eclesiástica “se encontraba bastante desquiciada” y así estaba la
sociedad temporal. Había contribuido la terrible peste negra que se abatió
sobre Europa a mediados del siglo XIV –el “mal siglo” que comenzó con la
bofetada de Anagni, ultraje cometido por el representante de Felipe IV de
Francia, que llevó a la muerte al Papa Bonifacio VIII por el dolor y la
indignación que le causó. Veinticinco millones de personas murieron, pueblos
enteros quedaron devastados. El clero estuvo a punto de extinguirse; entraron a
sus filas muchas personas sin preparación, vocación ni virtudes.
El rey que ultrajó el Papado
lo puso bajo su dependencia en el cautiverio de Avignon -que duró siete
décadas.
Se diría que la ruptura más
o menos consciente de la sociedad con la era de San Luis y San Fernando, de San
Francisco y Santo Domingo, constituyó un pecado inmenso. Varias desgracias se
abatieron sobre
El exilio de Avignon produjo
el gran cisma. Los cristianos contemplaban azorados el espectáculo de varios
pretendientes al trono de San Pedro. A pesar de todo,
Ante el peligro de las
invasiones musulmanas, la voz de San Pedro convocaba al combate en defensa de
la ciudadela cristiana. Entretanto, los turcos avanzaban y devastaban vastas
regiones y en 1453 tomaban por asalto Constantinopla.
Otra noticia alarmante: el
envío por el Gran Turco de una flota de 400 barcos contra la isla de Eubea, que
se consideraba inexpugnable. El Papa Pablo II había logrado unir a los
príncipes pero su muerte, poco después, dejó a
Al sucesor en la sede
pontificia le tocó hacerse cargo de dos graves problemas: creciente corrupción
en
Consideró el Papa que la
defensa de
Su misión como nuncio fue
exitosa. Encontrándose el reino al borde de la guerra civil, logró la
reconciliación de Isabel con el rey Enrique, a lo que siguieron los
correspondientes agasajos.
* *
*
En Alcalá se enteró doña
Isabel de la “terrible matanza de conversos o judíos encubiertos” en Córdoba.
Al parecer un buen sector de estos cristianos nuevos concurría abiertamente a
la sinagoga, por lo que habían sido excluidos de una procesión. Al pasar la
manifestación de fe frente a la casa de un converso famoso, arrojaron de su
interior un recipiente de inmundicias sobre
Don Alonso de Aguilar,
casado con una hija del Marqués de Villena, y su hermano, Gonzalo de Córdoba
(el futuro Gran Capitán), defendieron a los conversos. El estado de guerra duró
cuatro años. Matanzas similares de “marranos” (*ver nota al pie) ocurrieron en
otras partes; se agregó a la negra foja de servicios del “cristiano nuevo”
Villena ser responsable de una de las más brutales, ocurrida en Segovia en
1474.
En esta ciudad había sido
intenso el odio entre judíos y cristianos. A principios de siglo, un médico
judío y sus secuaces robaron una hostia consagrada y fueron ejecutados; otros
judíos intentaron envenenar al Obispo. “Y cuando Isabel tenía siete años de
edad, dieciséis judíos ... fueron acusados de haber robado un niño cristiano en
Semana Santa y de haberlo crucificado como afrenta a la memoria de Jesús” en un
asesinato ritual.
No fue el único caso de
asesinatos rituales. Ya las Partidas de Alfonso el Sabio, varios siglos antes,
se refieren y condenan abominables hechos como éstos.
La trama de Villena estaba
dirigida contra Cabrera, que era un converso auténtico, un católico fiel,
casado con Beatriz de Bobadilla, amiga de la infancia de Isabel –la que estaba
dispuesta hasta la lucha armada para librarla del casamiento forzado con el
falso converso Girón.
Cuando Isabel y Fernando
llegaron a Segovia, el lugar hedía a incendio y muerte. Isabel felicitó a
Cabrera por su valor en combatir las fuerzas de Villena protegiendo a los
conversos, y censuró a los fanáticos instrumentos de éste. Poco antes había
evitado una matanza similar en Valladolid, lo que le costó perder muchos
partidarios y verse obligada a huir con Fernando y el Arzobispo.
Ahora tenía el hecho
espantoso frente a sí, pudiendo contemplar las consecuencias del odio entre
cristianos y judíos. ¿Cómo podía salvarse el país de la ruina y de una segunda
conquista mahometana, que deseaban los judíos y pseudo-conversos? ¿Cómo lograr
que no explotaran a los cristianos e hicieran prosélitos para destruir
Isabel y Fernando llegaron a
la conclusión de que era necesario un gobierno suficientemente fuerte para ser
temido y respetado por todos. Los acontecimientos los favorecían. Su implacable
enemigo Villena murió en el mismo año. El rey Enrique se enfermó, y después de
confesar sus pecados (con el prior del monasterio que hiciera levantar por las
hazañas de don Beltrán), entregó su alma, negándose inflexiblemente a declarar
si
Isabel recibió la noticia en Segovia.
Vistió luto y fue a
Su sueño de Princesa niña,
de poner el poder real al servicio del alto ideal de sociedad cristiana, venía
a su encuentro por esta serie de acontecimientos.
De un reino en caos iba a
nacer
Luis María Mesquita Errea
SIGUE EN CAP. VII