EL SENTIDO DE LA NAVIDAD EN MEDIO DE UN CAMBIO DE PARADIGMAS MORALES
María de las Mercedes Díaz Colodrero
Estamos atravesando un mar de turbulencias en este bendito suelo Argentino. Aquellos que ya hemos pasado el medio siglo de vida nos encontramos con jóvenes a los
que hemos educado y formado con valores que nos resultaban universales y que
hoy se tildan de retrógrados, machistas o poco evolutivos. Desde mi humilde
lugar, reflexionando sobre estas fechas y todo lo vivido durante un año me pregunto:
-¿me quede en el tiempo o estoy asistiendo a un cambio de paradigmas como
tantas otras veces ocurrió en la historia del mundo?
La
Navidad o natividad del Señor nos recuerda cada año en la liturgia, no solo un
rito dogmático que muchos podrán discutir o criticar sino valores como la fe,
la generosidad, el amor incondicional, la fraternidad, el sacrifico, el sentido
de justicia y la responsabilidad de nuestros actos; valores que sigo
pensándolos como universales y que se manifiestan no sólo a través de la fe religiosa sino con el actuar
diario y como decidimos transitar por este mundo.
Si
Un cambio de paradigma o ciencia
revolucionaria es un cambio en los supuestos básicos dentro de la teoría dominante de la ciencia (en este caso aplicado a la vida en sociedad), y significa
que estamos en vías de refundar nuestra
forma de vida, sustentándola en conductas caprichosas, intolerantes,
degradantes e individualistas, me pregunto ¿Por qué? ¿No sería acaso una involución para el ser humano?
En
derecho hay un principio básico que expresa que a todo derecho le corresponde
inexorablemente un deber u obligación y en la física también hay otro principio
que se universalizo a todas las demás ciencias que pregona que a toda acción le corresponde una reacción.
Esto lleva mi reflexión a lo siguiente: Si en la época de navidad uno recuerda
el nacimiento del salvador que vino a este mundo terreno a lidiar con todas
nuestras faltas y yerros y nos legó con su sacrificio pascual la salvación y
vino a traer esperanza, amor, perdón, espíritu de sacrificio y por sobre todas
las cosas nos enseñó sobre respeto y tolerancia ¿porque de repente para
convivir con esta sociedad del siglo XXI debemos atacar las creencias, ofender
a la figura de la Santísima Virgen María, Jesucristo y hasta San José para
encajar en un mundo violento que precisamente olvido que la base de toda
sociedad es la libertad de expresión, de pensamiento y obra?
Como
madre de familia he criado una hija y como docente he formado profesionales
siempre sobre la base de principios universales (éticos) a toda creencia pero
fundamentales para toda sociedad que se precie de pacifica ordenada y por sobre
todo civilizada, con la convicción de estar obrando en la mayor expresión de la
vida en sociedad. Civilidad implica ante todo tolerancia y respeto, cultura,
tradición y valores. Tener todas estas cualidades en un ámbito social implica
respeto hacia el pasado y aprendizajes sobre la base de la experiencia
(tradición), identidad (cultura) y principios comunes pactados (valores). Confío
que cuando se apacigüe esta tormenta, esta batalla absurda de imponer las
propias ideas una vez más de manera autoritaria, este caos social momentáneo vuelva a refundar
una sociedad que tenga como bases indiscutidas la libertad en todos sus
sentidos, la familia como base de la sociedad y de la educación, el respeto y
la tolerancia, creyendo firmemente en el respeto a la vida como bien supremo,
en la tolerancia como base de la convivencia, en el dialogo y el debate como
medio de aprendizaje de todo pensamiento y en la fe que para mí, al igual que
para todos los que profesamos la fe Católica Apostólica Romana es el sustento
de todo espíritu libre, ya que el primero que nos enseñó sobre libertad fue el
mismo Dios, Nuestro Señor cuando nos regaló el libre albedrío junto a la noción
del bien y del mal que no es otra cosa que la justicia, la razón y la
esperanza, valores sobre los que hemos sentado los principios de toda
civilización basada en el bien común como simple lógica de acción y que nos
costó años de evolución y violencia, hechos que podemos comprobar simplemente
abriendo un libro o un portal de historia universal de la humanidad. Felices
Fiestas y que esta navidad que señala una vez más el nacimiento, sea el
comienzo de una era mejor.
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