Estimados amigos:
abro la página de internet de La Nación, como lo hago diariamente, para tener una idea de lo que pasa en el mundo al estilo La Nación.
Todo es Obama, de acuerdo a esta página, sin duda similar a tantas otras, ya que la prensa mundial es el gran puntal de "el pensamiento único". Y esto me mueve a enviar una impresión, una opinión, distinta y contraria, en el marco de nuestra permanente tertulia, conversación, debate.
Me pregunto cuál es la "Buena Nueva", que tanto propalan las tubas del macrocapitalismo publicitario.
¿Que un hijo de africanos llegue a la cúspide del poder del país más poderoso del planeta? Pero los que lo propalan se ufanan de ser "anti racistas". ¿Por qué esperar entonces que el solo hecho de ser africano signifique tanto?
¿O se trata de un hito dentro de los EE.UU., donde la idea de blanco, protestante excluye la de negro protestante, y esto representa un golpe a los w-a-s-p?
¿O porque es un abortista, él y su pseudo-católico compañero de fórmula, algo muy del agrado de los medios masivos de comunicación?
El corresponsal del citado diario en EE.UU. se destaca como portavoz de estas ilusiones. Ya habla/n de una "era Obama", antes que el hombre haya siquiera jurado.
Evidentemente, las usinas de (de-)formacion de la opinión pública ya han recibido las recetas que deben propalar.
Pero la realidad ¿ avala estas expectativas mágicas?
Tal vez se las levanta para que su eventual fracaso hunda más aún a EE.UU., y con ello a Occidente, donde quedan restos vivos y muy importantes de lo que otrora fuera la Cristiandad, afines a núcleos similares en Oriente.
Estados Unidos, creación de la Revolución Industrial , que endiosó el progreso material e impuso una concepción positivista, ateo-práctica...
y difusor de los mitos hollywoodianos, paradojalmente tiene un pueblo sorprendentemente creyente en Dios, defensor de tendencias pro vida, anticomunistas, anti-miserabilistas, lo que significa un obstaculo para el progreso de la Revolución gnóstica e igualitaria que lo dio a luz. ( Y lo hizo como sustituto impuesto mundialmente del católico Imperio español, desgarrado por las logias inglesas y francesas, con sus apoyos internos en la Metrópoli y en toda América.). El ascenso de uno consumó la decadencia y desaparición del otro. Una Iberoamérica católica unida hubiese cambiado el rumbo de la Historia. En el futuro... (dejamos esto para otra ocasión).
Tal vez varios amigos no estén muy de acuerdo con estas apreciaciones. Obviamente, no son las que difunden los tinellis, maradonas, Ka-formes y otros gurús casi omnipotentes del macrocapitalismo publicitario.
Pero decididamente no siento euforia ni entusiasmo por el ascenso de Hussein Obama. Si es por africano, si hay continente conturbado y sujeto a todos los vientos devastadores es la pobre Africa. Si es por abortista, que Dios libre al mundo de que tan gran poder esté en manos de nuevos Herodes. Si es como heredero de los Clinton, es un déjà vu simpático a la izquierda que en nada mejora el panorama.
A pesar de las malas noticias somos siempre esperanzados (no "optimistas"), pues:
"Auxilium nostrum in nomine Domine, qui fecit caelum et terram".
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