Marat, agitador e ideólogo de la Revolución Francesa, un hombre-símbolo de la izquierda
Estimado amigo:
interesante el tema planteado pues nos obliga a pensar y a definirnos, y, como enseña el tomismo, pensar es distinguir: lleva a hacer distinciones y matizaciones y evitar generalizaciones imprecisas.
Por ejemplo, "ideología". De acuerdo al diccionario, uno de sus sentidos es: conjunto de ideas que caracterizan a una doctrina, a una escuela o a un autor. Así, la doctrina católica nutrida de la savia del Evangelio enseña una serie de ideas con respecto a la sociedad. En este sentido, me parece que no cabría hablar de que lo ideológico "supera el Dogma de Fe". Mejor sería hablar -en ese sentido del vocablo- de una ideología católica o no católica, coherente o en contradicción con el Dogma de Fe.
También los términos "derecha" e "izquierda" son usados en distintos sentidos que conviene distinguir. Es más claro cuando se habla de "izquierda" pues se entiende que es lo que tiende a la lucha de clases, al materialismo, a la persecución de la familia y de la propiedad privada y de las libertades legítimas, conformes a la moral cristiana.
Los Papas enseñaron que "nadie puede ser buen católico y socialista al mismo tiempo". Así, un católico pleno y verdadero nunca puede ser de izquierda.
Con respecto a la derecha, no existe la misma claridad. Si por derecha se entiende, tendenciosamente, el liberalismo, hay un equívoco. Pues el liberalismo es la aplicación de las ideas de la Revolución Francesa, condensadas en el lema Libertad, Igualdad, Fraternidad. Juan Pablo II enseña que esos tres conceptos, si bien pueden ser entendidos en un sentido católico, los filósofos y agitadores de dicha Revolución los usaron en un sentido anticristiano. A tal punto que el Papa Benedicto XV, en la primera mitad del siglo XX, enseñó que la ideología de la Revolución Francesa contenía la suma de errores de los falsos profetas.
Por tanto, un liberal que adhiera a esos postulados (pues muchos pueden decirse liberales sin serlo realmente en ese punto, como ciertos amigos correntinos del Pdo. Liberal) contradice la idea católica de sociedad.
Si por derecha se entiende la defensa de un orden temporal católico, como lo defiende el pensamiento tradicional tomista, en ese sentido es legítimo que un católico se afirme de derecha.
Uno de los puntos que enseña la doctrina social de los Papas es la necesidad de una aristocracia. La aristocracia se vincula a la idea de perfección. La clase aristocrática verdadera, de acuerdo al magisterio tradicional de la Iglesia, cumple varios roles muy importantes. Ser ejemplo de virtud; la dedicación a los altos intereses de un País; la protección y guía de los sectores sociales más modestos; la búsqueda de la excelencia en la educación, en el estilo de vida, que contribuye a mejorar al conjunto social.
Obviamente la izquierda odia la aristocracia porque es igualitaria. Por el contrario, para citar un ejemplo, el Cardenal español Herrera Oria en su enciclopedia de doctrina cristiana enseña que una sociedad no puede llamarse perfecta si en ella no existe la aristocracia.
En fin, son algunas ideas para debatir y comentar el artículo enviado y hacer un aporte que es especialmente necesario en este mundo masificado en que vivimos, en que los católicos en general desconocen lo que es , por ejemplo, una verdadera aristocracia, una democracia genuina, o la famosa distinción entre pueblo y masa enseñada por Pío XII.
La difusión de la Teología de la Liberación, como dice Juan Pablo II en la Instrucción redactada por el entonces Card. Ratzinger, ha invadido muchos ambientes eclesiales, ceremonias litúrgicas y cursos de catequesis, contribuyendo con su poderosa maquinaria al silenciamiento de estos principios. Por eso resulta de vital interés la obra "Nobleza y élites tradicionales análogas - en las alocuciones de Pío XII al Patriciado y a la Nobleza romana", de Plinio Corrêa de Oliveira, que abre un enorme campo de acción a los que deseen combatir la izquierda y defender un verdadero orden temporal católico.
Cordiales saludos,
en Jesús y María,
Civilización Cristiana y Mariana
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