miércoles, 12 de octubre de 2016
Tradiciones marianas argentinas del III milenio – Flashes de la jornada marial y campera del 8 de octubre
Imagen de N. S. de la Candelaria (talla salteña de Hacienda de la Candelaria, año 1989).
Imagen
patronal de N. S. de la Candelaria venerada en la Iglesia de San
Sebastián de Sañogasta (traída del Perú en el s. XVII por Pedro Nicolás
de Brizuela, fundador de la Capilla – M.H.N.). Acompañada por San
Sebastián, Patrono de Sañogasta – 2 de febrero de 2016 – Fiestas
Patronales).
La Virgen de la Candelaria (1ª
foto, arriba) -la Imagen familiar de la Patrona de Sañogasta- es
llevada todos los años en andas, con devoción, al Campo El
Talar-Hacienda de la Candelaria, por sus promesantes y devotos,
escoltada por los Camperos de San Sebastián y otros Alférez y
camperos sañogasteños. Su blanco manto ilumina la mole de los Nevados de
Famatina. La tradicional bandera de los Alféreces de San Sebastián da
un vibrante toque de color que simboliza el martirio del Santo Patrono,
que dio su sangre por la Fe católica.El camino cruza las vertientes del río Guanchín. El grupo de jinetes y devotos va rezando el rosario, honrando este año la festividad de Ntra. Sra. del Rosario de la Victoria, celebrada el 7 de octubre. Gran fiesta católica universal instituida por el Papa San Pío V para honrar el resonante triunfo católico de Lepanto sobre el poderío musulmán por intercesión de la Virgen. Se entona “Viva María, viva el Rosario, viva Santo Domingo que lo ha fundado”. Los vecinos del campo preparan el tradicional arco real de verdes ramas y flores para recibir dignamente a la Patrona.
A la sombra de terebintos y algarrobos florece la conversación; mientras tanto, los niños se disponen a jugar al clásico juego de la taba.
Los caballos también se sombrean en la calma, entrecortada por cabeceos amistosos -o no tanto; ya presienten que pronto llega su turno de entrar en acción
Nuestra Señora, Reina y Madre, complacida en el ambiente agreste del campo, reúne en torno de sí a sus devotos, que se renuevan constantemente con demostraciones de amor filial.
Otros jinetes se van sumando a la fiesta; vienen a honrarla, enseñando con el ejemplo y adiestrando a sus retoños, futuros jinetes gauchos.
Bajo el típico monte de la zona serrana andina las familias y las ruedas se ubican a su gusto y comienzan los “brindis de la Virgen” provistos espontáneamente por los promesantes: cazuela, asado, locro, hígados saltados en la paila de cobre y otras exquisiteces criollas.
Después de los brindis, las anécdotas graciosas y el descanso previo a la acción. Se preparan las destrezas camperas en honor de la Virgen.
El “juego del mate”, a todo galope, requiere gran dominio del animal, pulso certero y coraje. La juventud realza la calidad del hombre de a caballo sañogasteño.
Después del juego del mate se largan imprevistamente, las carreras ⇓
Pequeño Campero de San Sebastián, con los infaltables guardamontes riojanos, adquiriendo desde la infancia el dominio del caballo en la escuela familiar.
⇐Encarnizados juegos ecuestres…
…seguidos por serenas destrezas ⇓
Alfredo Gutiérrez (h) trata de convencer a su potranca picasa (2 años) a echarse en tierra. Parece que ella se resiste… Alfredo padre, famoso domador y baquiano, mira con atención y ojo experto, brindando apoyo moral a la difícil maniobra de su hijo mayor.
A fuerza de ingenio y paciencia, este continuador de la numerosa estirpe campera de los Gutiérrez consigue vencer la resistencia de la picasa.
Confiada y obediente, la potranca sostiene el peso de su dueño. El recuerda un jinete de la guerra gaucha que, semi-oculto por la posición, parece estar acechando a un enemigo que avanza cortando la espesura del monte.
El jinete la hace parar y de un salto -aunque no sea aún mansa de andar- la monta con baquia y elegancia.
Agil, seguro, finalmente sube como felino al improvisado “devisadero” del animal, mira el panorama y gira sobre su lomo. El público aplaude entusiasmado!
Todo lo bueno tiene su punto final en esta vida (…y lo malo, felizmente!). Llega la hora de acompañar a N.S. de la Candelaria de vuelta hasta la Capilla Virgen del Valle del barrio Chucuma, que todos los años devotamente la recibe, antes de su regreso a la Hacienda de la Candelaria en el Alto de la Iglesia (antiguo “Alto del Vínculo”).
La tradicional “venia” de los Alférez
Cruzando las vertientes cristalinas del río
La guardia de los camperos a la Virgen
Pedro Páez, Presidente de los Camperos de San Sebastián, dirige a Nuestra Señora tocantes palabras de despedida. “Soy católico! -dice- y así viviré continuando el ejemplo de mis padres, venerando a la Virgen y a San Sebastián, Patronos de Sañogasta!”
Fe católica y mariana en la emotiva despedida
No hay comentarios:
Publicar un comentario