Antigua hornacina pintada, que se
guarda en la Iglesia
de Jesús Nazareno de Corrientes, donde se guardaba la imagen de la Virgen Dolorosa
que hoy se encuentra en el altar de la nave lateral izquierda.
Francisco J. Scaramellini Guerrero
En estos días cuaresmales, próximos ya a
Semana Santa, quiero hacer algunos comentarios sobre la orden jesuítica en
Corrientes, y muy especialmente sobre el templo de Jesús Nazareno que hoy ocupa
la orden y las antiguas imágenes de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores que
allí se guardan
Sabido es que los jesuitas llegaron a
Corrientes el 13 de marzo de 1690 y se establecieron en el solar sito en la
esquina de las actuales calles Fray José de la Quintana y Tucumán,
llegando el mismo hasta el río Paraná. Luego del alejamiento de la orden de
esta ciudad, el colegio allí levantado tuvo diversos usos, tales como Casa de
Gobierno de la Provincia
y sede del Colegio Nacional, hasta que fue demolido para levantar el actual
edificio de dicha casa de estudios.
Nuestra ciudad se ha caracterizado por
tener diversos patronos. Don Juan Torres de Vera y Aragón dispuso que bajo la
advocación de Nuestra Señora del Rosario sea erigida la iglesia matriz. San
Juan Bautista –santo del fundador- San Sebastíán, San Pedro y la Virgen María bajo las
advocaciones de Nuestra Señora de la Natividad, la Pura e Inmaculada Concepción y Nuestra Señora de la Merced fueron invocados
como tales en diversas oportunidades, hasta que se declaró Patrona Jurada a
esta última.
Lo que es poco conocido es que el
Cabildo, ante el infeliz estado en que se hallaba la ciudad, por los ataques de
los indios y plagas como la langosta, declaró el 18 de febrero de 1691, Patrono
y Abogado de la ciudad al sacerdote jesuita y apóstol de las Indias Orientales
y Occidentales, San Francisco Xavier por ser “tan allegado a Dios Nuestro
Señor” (Raúl de Labougle, Historia de San Juan de Vera de las Siete
Corrientes (1588-1814).
Producida la expulsión de los Jesuitas
de España y sus dominios, por orden del Rey Carlos III, los bienes de los
jesuitas fueron subastados.
En dicha venta, el caracterizado vecino
de nuestra ciudad don Domingo Latorre, adquirió la Imagen de la Virgen Dolorosa,
que se conservó en su familia, pasando a su hija dona Clara Latorre Mantilla,
esposa del Dr. Juan Eusebio Torrent, y luego a su nieta doña Mercedes Torrent
de Márquez.
Cuando doña Adelaida Vedoya de
Ballesteros hizo construir, cumpliendo los deseos de su padre, la iglesia de
Jesús Nazareno, para trasladar allí la antigua imagen de propiedad de la
familia Vedoya que se veneraba en la Iglesia Catedral,
pidió a doña Mercedes Torrent de Márquez llevara a la nueva iglesia la imagen
de la Virgen
Dolorosa.
Así lo hizo esa matrona, construyendo
para ello el altar de mármol que luce en la nave lateral izquierda de la Iglesia de Jesús Nazareno.
Este templo fue donado al Obispado por doña Adelaida.
En la década de 1960, la Compañía de Jesús volvió
a Corrientes, con sacerdotes jesuitas españoles, venidos de Asunción del
Paraguay a cuya provincia jesuítica quedo vinculada la de esta ciudad,
El entonces Arzobispo de Corrientes
ubicó a los nuevos religiosos en la
Iglesia de Jesús Nazareno. Posteriormente la iglesia fue
cedida formalmente a la orden, y la casa jesuítica de Corrientes fue
transferida a la Provincia
del Río de la Plata
(Buenos Aires).
Lo que quiero resaltar es como la imagen
de la Dolorosa,
de la manera que he narrado, volvió a manos de los jesuitas.
Dicha imagen figura en el inventario de
bienes muebles del Patrimonio Artístico Nacional, Provincia de Corrientes,
editado por la
Academia Nacional de Bellas Artes, pag. 70, número 180, donde
se la describe como imagen de vestir, de madera policromada, con túnica y manto
de terciopelo negro, de madera tallada, con peluca de pelo natural, aureola de
rayos y doce estrellas, y corazón con siete puñales, de plata repujada y
cincelada.
Junto con la imagen, doña Mercedes
Torrent entregó el correspondiente nicho de madera, del siglo XVIII, con forma
de prisma rectangular, con dos puertas, con decoración de tempera sobre madera
que se ubica en el interior de la caja, con temas alusivos a la Pasión del Señor. En el
fondo del nicho se observa el monte calvario con la Cruz, el paño del
descendimiento, las escaleras, el sol y la luna. En las paredes laterales se
observa la mano de Judas sosteniendo la bolsa con monedas, la lanza, el hisopo,
una canasta con los clavos, la corona de espinas, el cáliz, la túnica
inconsútil, los azotes, una cimitarra y un garrote. Las hojas han sido
divididas en dos paneles cada una. En la de la izquierda, arriba el velo de la Verónica y el Hecce Homo,
y abajo, un momento de la subida al Monte Calvario, con Jesús caído bajo el
peso de la cruz, soldados romanos y las santas mujeres. En la puerta de la
derecha, la flagelación y el gallo, y abajo, Jesús ante Caifás, el guante de la
bofetada y un perro.
Este nicho, verdadero tesoro del arte
guaranítico, se conservaba en la casa adjunta a la iglesia, y hoy se halla en la Casa de Ejercicios,
Para terminar, quiero referirme a la
imagen de Jesús Nazareno, que como dije mas arriba, fue originariamente
propiedad de la familia Vedoya. Se trata de una figura de vestir representando
a Cristo de rodillas caído bajo el peso de la cruz, la cabeza, las manos y los
pies son de talla policromada, de sencilla factura, y Jesús se halla vestido
con una túnica de terciopelo rojo, y está coronado de espinas, Las punteras de
la cruz son de plata. Estimo que la talla es del siglo XVIII y es similar al
célebre Cristo de Medinaceli que se venera en Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario