martes, 4 de enero de 2011

Refutando una vez más al indigenismo

REFUTACION AL ANONIMO QUE SE ESCUDA BAJO EL PSEUDONIMO "POR UN CAMBIO"
DICE 'POR UN CAMBIO':
España se lanza al mar porque Colón le asegura que hay otra ruta para llegar a la India. Porque es vital para ellos continuar obteniendo especias y otras mercaderías, como también vender las que ellos producían. El motivo de su accidental llegada a América es comercial, no religioso, y amplía sus posibilidades: la abundancia de oro les viene bien para financiar las guerras entre otras cosas.
EL ALFEREZ:
La verdad, dice un proverbio francés, se encuentra en los matices. Los que deforman la historia para servir a una ideología envenenada violan esta norma.
El comercio entre naciones es una actividad legítima y necesaria para el desarrollo de los pueblos. El viaje de Colón tuvo una finalidad comercial pero España, como dice el P. Cayetano Bruno, era un estado misional, en que toda actividad de envergadura, especialmente de los Reyes Católicos, tenía un sentido último de servicio a Dios.
Su llegada a América no fue accidental: fue siguiendo un razonamiento científico (la esfericidad de la tierra, llegar a Oriente navegando hacia el oeste), y fue también providencial pues, a pesar de todas las fallas humanas, permitió a los indígenas tomar contacto y abrazar voluntariamente el Evangelio y la Cristiandad.
POR UN CAMBIO:
Ya había fracasado repetidas veces la fundación de Londres en Catamarca, y al fundar la ciudad de la Rioja se acercaba al oro del Famatina.
EL ALFEREZ.
La fundación de Londres no había “fracasado”: había sido destruida por ataques indígenas devastadores, de notable ferocidad y crueldad.

Al progresar la evangelización, fueron los propios diaguitas quienes, solos, y de acuerdo con las autoridades españolas (y las suyas propias, que siempre conservaron), ahogaron el último foco de rebelión, Hualfín, acabando con el Gran Alzamiento.
POR UN CAMBIO:
Hay que recordar que la fundación debió ser del otro lado del Velasco (actual Chilecito) y por un error se hizo donde está ahora.
EL ALFEREZ:
Este “slogan” repetido irreflexivamente no pasa de una afirmación gratuita. ¿En virtud de qué debió haber sido en Chilecito? El fundador, Ramírez de Velasco, llegó al Yacampis, recorrió personalmente el lugar con sus acompañantes, y les gustó. Sabían, como CONSTA EN EL ACTA DE FUNDACION, que estaban a diez leguas de Famatina. ¿Cuál fue la equivocación?!
Copiamos un trabajo sobre el ilustre fundador , que aclara este punto:
"Dejó constancia en el acta de fundación –áurea y venerable pieza documental- de algo que interesa mencionar, y es el hecho de encontrarse “en este valle que llaman de yacampis quatro leguas de sanagasta y diez de famatina”, yacimiento de metales preciosos conocido en el Tucumán desde remotos tiempos.
"Por eso sorprende la versión difundida por algunos historiadores que no hicieron gala de criterio ni rigor científico, y acogida por autoridades poco celosas de la verdad histórica, de que Ramírez de Velasco se habría “equivocado”, creyendo estar al pie del Famatina. Es un ejemplo más de hasta qué punto se desvirtuó y enajenó nuestra historia temprana, quizás por temor a que en ella despuntasen grandes hombres y auténticos valores de civilización cristiana. "Los “hombres del asco al indio” (nota: los liberales de la segunda mitad del s. XIX), secundados por otros más recientes, menos capaces y de visión más deformada, que adoran al indio pagano y odian al cristiano (nota: los indigenistas), nos legaron esta historia tuerta, que felizmente hoy se va aclarando, como una voz de la Tradición que vuelve".


"POR UN CAMBIO":
Blas Ponce financia la aventura por el negocio que suponen las riquezas de estas tierras. Y como en todo negocio, lo moral y lo religioso no suelen ocupar el primer lugar.
EL ALFEREZ:
El anónimo que escribe este mensaje habla como un hombre (o mujer) con la mentalidad que predomina actualmente. Olvida que esto ocurrió en tiempos de la Contrarreforma, y en el marco de un estado misional. Que no fue una aventura sino una empresa hecha por un Gobernador del Tucumán de acuerdo con su superior, el Virrey del Perú. Que ante la inexistencia de fondos del Estado, los particulares, como Blas Ponce, eran imprescindibles para poder fundar; y que legítimamente debían tener una recompensa que los motivara.
"POR UN CAMBIO":
En América la cruz aparece acompañando a la espada conquistadora, respaldándola y hasta justificándola. Hay que "conquistar" al indio y sus tierras, pero también hay que "convertir" al infiel a la fe cristiana aunque sea por la fuerza.
EL ALFEREZ:
Cualquier persona medianamente bien informada de historia sabe que la conversión de los indígenas usando de mucho amor y caridad, con incontables misioneros muertos por los naturales, fue encomendada como deber sagrado por la Reina Isabel la Católica a sus descendientes, y que siempre fue lo principal para los Reyes y autoridades. “Como el Virrey Toledo y los grandes prohombres españoles, aflora en la correspondencia de Ramírez de Velasco esta frase definitoria: “si lo que se pretende es la salvación de esas almas…”, asunto que, de acuerdo al historiador jujeño Jorge Zenarruza, constituía una “obsesión” del Gobernador” (texto citado).

"POR UN CAMBIO":
Los indígenas eran dueños de la tierra, y tenían sus dioses y sus creencias.El español se creyó dueño de sus tierras y superior, a tal punto de arrebatárselas, repartirlas solo entre españoles y tratarlos como esclavos.
EL ALFEREZ:
Es ésta una afirmación sin matices, ni científica ni verdadera. ¿Cuáles indígenas eran dueños de la tierra? ¿Existía una demarcación? ¿Era necesaria para las pequeñas poblaciones que existían en nuestro inmenso territorio, aún hoy despoblado, pese a haberse multiplicado 10 veces por lo menos la población?

Los lules antropófagos querían arrebatarle sus tierras a los juríes. Estos aceptaron concederle lugar a los españoles para fundar la primera ciudad argentina, Santiago del Estero, a orillas del Dulce. La fundación de esta ciudad (inicialmente llamada Barco, por ser Barco de Avila el lugar de nacimiento del autor intelectual de la iniciativa, el Lic. La Gasca), tuvo como una de sus principales finalidades parar la matanza de los chaneses por parte de los chiriguanos (que se los comían, literalmente), de acuerdo a lo que el propio Gobernador del Perú –el citado La Gasca-, que dispuso “poblar un pueblo”, escribió al Consejo de Indias para justificar la difícil empresa.
Los chaneses eran no sólo esclavos de los chiriguanos sino que, antes de ser comidos, eran muertos a flechazos como diversión, por los niños de la aldea donde estaban presos de sus amos, como lo refiere detalladamente fray Reginaldo de Lizárraga en su “Descripción breve de toda la tierra del Perú, Tucumán , Río de la Plata y Chile”. Agrega que las redadas de chaneses por parte de los chiriguanos les infundían a los primeros tanto terror, que se entregaban como ovejas. ¡Qué tremenda realidad! ¡Qué pétrea crueldad la de los indigenistas que acallan estas monstruosidades, que cesaron con el avance de la civilización cristiana!
En cuanto a las tierras indígenas, las Leyes de Indias prohibían con severas penas ocuparlas, y era de evidente interés para España que los indígenas pudieran desarrollarse pues, se decía, “las Indias, sin indios, no son Indias”. Para eso les brindó España lo mejor que tenía, el trigo, la carne, la leche, los animales de tiro, los frutales, que los indígenas adoptaron con rapidez y para siempre. Hoy son la fuente de nuestra riqueza.
"POR UN CAMBIO":
La labor de San Francisco Solano no fue sino un espejito más para someter al pueblo indígena.
EL ALFEREZ:
Esta irreverente afirmación soslaya el amor ilimitado de San Francisco Solano a los naturales y el estado de sometimiento en que vivían los indígenas en todas partes en la América precolombina, ese sí comparable a la esclavitud. En el Imperio Incaico, el único propietario de todo era el Inca y todos debían trabajar y vivir donde se les indicaba. Cualquier pequeña infracción como hurtar unas mazorcas de maíz o cortar el “inca yuyo” del campo era castigada con la pena de muerte. Carecían de propiedad y libertad. Ese Imperio –admirable bajo ciertos aspectos, pero absolutamente tiránico y sin el menor respeto por la vida- dominaba a los diaguitas y les cobraba un tributo terrible: 9.000 indígenas (más de un cuarto de la población total!) debian llevar CAMINANDO anualmente al Perú su tributo en metales preciosos, portando angarillas sobre sus hombros, como lo documenta el autor (fuertemente indigenista y por eso insospechable en este punto) Aníbal Montes en su estudio sobre las guerras calchaquíes.
"POR UN CAMBIO":
Les presentó al niño Jesús como un Dios que decide aparecer en la historia de los hombres naciendo en el campo y en un corral, no en la ciudad, en un palacio. Este Dios se mezcla con los pastores, con los que están relegados al campo, los pequeños, los tenidos en menos, los que han perdido sus derechos de personas. Un Jesús gobierna el mundo, pero respetando al hombre, se pone a su servicio hasta la muerte.
Desde lo religioso saca una consecuencia para lo social y político.
Como será la hipocresía de estos españoles que hasta nuestros días tienen una imagen blanca y otra negra de San Nicolás.
EL ALFEREZ.
Aquí nuestro anónimo autor ya pierde todo atisbo de seriedad. Una cosa es ser pastor y “pequeño”, y otra es “haber perdido sus derechos de personas”. Esta exageración revela el trasfondo ideológico de su argumentación, que le impide ver la verdad histórica. Le recomendamos leer las enseñanzas de San Pío X (que ponemos a su disposición) sobre “la campana de Belén”, que reúne a Reyes y a pastores en torno el Niño Dios, Rey de Reyes y Señor de Señores, nacido de sangre real, pero viniendo al mundo en la pobreza, para hermanar a todos en una gran familia , sin suprimir las diferencias naturales puestas por el Creador para que haya intercambio de ayudas. Algo que los picados por la mosca del resentimiento no pueden aceptar.
Da pena la pobreza de su razonamiento con respecto al color de las imágenes!

El español no era racista. Le recomendamos leer la expresión de contento del cronista de Indias López de Gómara, cuando se maravilla de que Dios haya creado tantas razas y colores. Pues, decimos en el Norte, “en la variedad está el gusto”. Ocurre que el anónimo misivista tiene una perspectiva indigenista, de raíz marxista, y sólo concibe a los grupos humanos en conflicto, en odio, en combate. Ya que, para Marx, la lucha de clases es el motor de la historia. No comprende “la campana de Belén”, el amor cristiano, la bondad, la misericordia, la ayuda entre seres humanos de distinta situación. Este indigenismo –tan diferente de un sano aprecio al nativo, o “indianismo”- es profundamente racista y utópico.

"POR UN CAMBIO":
Los españoles se cuidaban muy bien de no mezclarse con los aborígenes.
EL ALFEREZ:
Afirmación risible. Lea la historia de la primera ciudad argentina y sus “mesticillos”, Santiago del Estero, primera forja de la “raza” criolla argentina y mestiza. Entérese de la unión entre Mexía Miraval y María “Mejía”, la india de la que salió tan ilustre progenie, que su descendiente Leonor de Tejeda fue la gran dama fundadora de los primeros conventos femeninos. Venga a los pueblos del interior, a ese Chilecito, que Ud. nombra, a La Rioja, al Tinkunaco, y verá a los descendientes de indios, negros y españoles, y de otras “razas”, hermanados y con variados y armónicos rasgos fisonómicos y espirituales, en trajes, y aún en cantos como el Tinkunaco, en quichua.

"POR UN CAMBIO":
Los reconocían como cristianos, pero no tanto como para que fuesen totalmente iguales a ellos. En 1777 el Obispo le deja al Cura de Los Sauces una observación: "no se olvide de que debe llevar dos libros… uno para anotar a los españoles, y otro distinto para anotar a los naturales".
EL ALFEREZ:
El autor desconoce que está hablando de lo sucedido hace siglos, época en que cada sector era celoso de su identidad y no quería ser confundido con otros. Que los indígenas gozaban de determinados privilegios, como el uso de "don" en los caciques, el amparo del Protector de Naturales, el mantenimiento de sus cacicazgos y tierras hereditarios, por lo que era importante para ellos preservar documentalmente su origen. Al menos no se atrevió a desconocer que “los reconocían como cristianos”….

"POR UN CAMBIO":
De ahí que la imagen blanca será para los blancos, y la imagen negra para el populacho.
EL ALFEREZ:
Jamás autoridad alguna se refirió al pueblo menudo con el despectivo término que usa el indigenista. Este aserto de imágenes veneradas de acuerdo al color de los devotos es tan pueril que no valdría la pena perder el tiempo en responder. Todos los riojanos, tengan la composición sanguínea que tengan, llámense Avallay, Chumbita, Salazar, o tengan ascendencia italiana o árabe, son profundamente devotos de San Nicolás, cuya imagen patronal actual es negra y venerada por TODOS. Vaya a Sañogasta, donde hay dos imágenes antiguas de San Sebastián, una de ellas llamada “…de los Indios” en el antiguo himno de visita a las casas, y ambas son blancas! O al convento de Santo Domingo, donde encontrará a la Patrona de América, Santa Rosa de Lima, venerada junto a San Martín de Porres
, el santo mulato canonizado por las autoridades eclesiásticas competentes del Vaticano (Europa...), sin que a nadie le llame la atención ni se le ocurra pensar en semejante despropósito.

"POR UN CAMBIO":
Y vuelvo a mi planteo inicial. Porqué no respetar la filosofía de vida de estos pueblos originarios, porque imponerles una religión, que cuenta con 500 años de una nefasta inquisición, que superó largamente a los asesinatos producidos durante el holocausto, que en nombre de la fe produjo el genocidio americano mas grande de la historia?
EL ALFEREZ:
¿500 años de 'nefasta inquisición'? ¿Más muertos que el holocausto? ¿Adónde lo leyó?

"Pueblos originarios":... que vinieron de Asia, desalojando violentamente a los que estaban antes que ellos. (Lea la terrible historia de estas migraciones en el tomo I de la Historia Argentina de la Academia Nac. de la Historia)
El 'genocidio' es otro infundio gratuito, que ni siquiera los seguidores de Marx defienden. Le aconsejamos leer 'Los Métodos de la Historia', de los historiadores marxistas Cardoso y Pérez Brignoli, ed. Crítica, texto en uso en las cátedras universitarias de Historia.

"POR UN CAMBIO":
Porque no dejarles que siguieran a sus dioses, protectores de la tierra y el agua?
EL ALFEREZ:
¿Por qué no dejarles que sigan emparedando a sus hijas, como le pasó a la desgraciada Tanta Car hua en el Perú, cuando su padre la sacrificó para no perder la gracia del Inca y su dignidad de curaca de Oclos? ¿Por qué no dejarles que sigan comiendo a sus propios hijos, como hacían los guaraníes con los cuñambiras, engendrados por sus mujeres con los enemigos presos para este miserable fin? ¿Por qué no dejarles a los chanés que se sigan cortando los dedos de manos y pies por terror a los muertos, como cuenta Ruy Díaz de Guzmán en La Argentina? ¿Por qué no dejar que los caribes ("caribes" significa "caníbales", aborígenes que diezmaban a otras tribus por ser más débiles) siguieran mandando a sus indias esclavas a preparar el "curare", tarea que implicaba la muerte por envenenamiento? ¿Por qué no dejar que los jóvenes mbayá siguieran siendo estaqueados al sol, en la selva, heridos y picados por las hormigas para los ritos de iniciación de la adolescencia? ¿Por qué no dejar que los aztecas siguieran abriendo el pecho de sus víctimas vivas para arrancarles el corazón, antes de comer sus restos y bailar con su piel? ¿Por qué el Valle de Méjico se levantó y apoyó a Cortés, lo que significó su liberación de esta aberración?

"POR UN CAMBIO":
Si nosotros hubiesemos adoptado esos dioses, hoy no estariamos destruyendo el planeta.
EL ALFEREZ:
Seguramente no, porque quizás ya habríamos desaparecido en los misteriosos auto-desarraigos (¿o suicidios?) colectivos de los mayas, o en las matanzas de 300.000 cochabambinos a manos de los Incas, o en los genocidios aztecas o chiriguanos sobre las tribus más débiles, o en la decadencia que llevó a las tribus fueguinas a su triste e inexorable extinción.

"POR UN CAMBIO":
Porque el aire, la tierra, el agua, el hombre, para ellos eran una sola cosa, porque Dios estaba y era todas las cosas.
EL ALFEREZ:
Ud. habla como un panteísta gnóstico que niega la evidente diferencia entre los seres. La gnosis es la ideología más totalitaria y radicalmente anticristiana. La que llevó a Hitler, a Pol Pot, a Stalin y a Mao a exterminar millones de hombres. Lo que dudamos, es que Ud. sea un indígena, ya que éstos supieron abandonar muy a tiempo esas nefastas creencias y sus descendientes son los que se honran en llevar en andas al Niño Alcalde, Dios de verdadera paz, la que el Doctor de la Iglesia, San Agustín, definió como "la tranquilidad en el orden".

"POR UN CAMBIO":
Entonces. Como se puede contaminar un rio si es dios?
Como se puede matar un bosque si es dios?
EL ALFEREZ:
¿No sabe, lo que cualquiera sabe, que los mayas cultivaban la tierra con el monocultivo del maíz, hasta agotarla y dejar pedazos de selva en ruina y estériles? ¿No sabe que los indígenas del litoral envenenaban las aguas para matar los peces? ¿No sabe que no pocas tribus indígenas no sabían leer ni escribir, pero eran expertas fabricantes de venenos que mataban con sufrimientos atroces, y aún mataban a las esclavas a las que mandaban lejos del poblado a una intoxicación fatal?

"POR UN CAMBIO":
Quienes eran mas sabios? nosotros o ellos??
Para pensar....
EL ALFEREZ:
Sin duda eran más sabios que los indigenistas, porque los diaguitas –como dice el himno de La Rioja- atendieron la voz de Dios que les llegó por el suave violín y la bondadosa y firme voz de San Francisco Solano:

“no olvidéis que en el cerro ha quedado/la oración de este pueblo diaguita/que escuchando el violín de Solano/su palabra bendita aprendió”.
Gracias a eso hoy le cantamos a La Rioja (ciudad fundada por españoles, con notas culturales indígenas y negras como pocas, y todo armónicamente fusionado):

“tu espíritu noble, y tu amor a Dios” (Himno de La Rioja).


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