Nuestra Señora del Valle: la Argentina y toda Iberoamérica contaron con intervenciones marianas que marcaron a fondo su historia y son una promesa para el presente y el futuro.
La Iglesia de San Sebastián, erigida por el General Pedro Nicolás de Brizuela, Teniente de Gobernador del Tucumán, en su Hacienda del Mayorazgo de San Sebastián de Sañogasta (M.H.N.), foco de irradiación de Fe y tradición, del siglo XVII hasta el presente, donde se venera como Patrona de la Parroquia que lleva su nombre a la antiquísima Imagen de Nuestra Señora de la Candelaria -que el fundador trajera del Perú.
El orden temporal y el espiritual se entrelazan e influencian recíprocamente en una civilización cristiana como la que tuvimos en los orígenes de la patria. Esto justifica el título de este ensayo: siglos de Fe... preanuncian un futuro glorioso...
En el esfuerzo y la lucha, fortalecimiento de las estirpes: los Mayorazgos
Los vecinos sufren las devastaciones de las guerras, pero su resistencia y sacrificios consolidan lo existente. Fundan mayorazgos para asegurar la perduración de la estirpe y sus propiedades, con amor a la tierra y a la vida orgánica y natural, con nota de excelencia.
El Mayorazgo contribuye a darle a la región tucumanense el carácter de salón habsburguiano, que lo diferencia del futuro salón borbónico porteño. La inexistencia de mayorazgos en Buenos Aires es comentada por viajeros del siglo XVIII, y más tarde por Juan Manuel de Rosas; su presencia o ausencia confiere una determinada nota…
Del Mayorazgo de San Sebastián de Sañogasta, fundado en 1663 en La Rioja, proceden generaciones de vástagos ilustres que se destacan a lo largo de tres siglos, incluyendo una candidata a los altares. Lo mismo se da en las restantes familias fundadoras de Mayorazgos y Capellanías.
La Rioja se honra de sus Ordenanzas Reales del siglo XVII, que hará valer para defender a sus vecinos.
Intervenciones marianas que hacen época y modelan la Argentina virreinal
La Argentina del siglo XVII vive un acontecimiento singular: Nuestra Señora del Valle atrae a los vecinos y es la auténtica fundadora de Catamarca. La ciudad de San Fernando del Valle así lo declara en una gran ceremonia feudalizante, el pleito-homenaje de toda la población a la Virgen fundadora, para que en todo tiempo conste.
Poco después, nueva intervención mariana en nuestra historia. Desaparece Esteco en el terremoto, lo que de acuerdo al Obispo del Tucumán es un castigo de la Justicia divina -profetizado un siglo antes por San Francisco Solano.
En la misma fecha, como también anunciara el Santo, Salta es sacudida por repetidos temblores, pero la Virgen y el Señor del Milagro la protegen amorosamente. La ciudad vive una epopeya de Fe “que mueve montañas” y proclama desde entonces su poder y misericordia movilizando actualmente un millón de peregrinos (que es su total poblacional).
Los vecinos sufren las devastaciones de las guerras, pero su resistencia y sacrificios consolidan lo existente. Fundan mayorazgos para asegurar la perduración de la estirpe y sus propiedades, con amor a la tierra y a la vida orgánica y natural, con nota de excelencia.
El Mayorazgo contribuye a darle a la región tucumanense el carácter de salón habsburguiano, que lo diferencia del futuro salón borbónico porteño. La inexistencia de mayorazgos en Buenos Aires es comentada por viajeros del siglo XVIII, y más tarde por Juan Manuel de Rosas; su presencia o ausencia confiere una determinada nota…
Del Mayorazgo de San Sebastián de Sañogasta, fundado en 1663 en La Rioja, proceden generaciones de vástagos ilustres que se destacan a lo largo de tres siglos, incluyendo una candidata a los altares. Lo mismo se da en las restantes familias fundadoras de Mayorazgos y Capellanías.
La Rioja se honra de sus Ordenanzas Reales del siglo XVII, que hará valer para defender a sus vecinos.
Intervenciones marianas que hacen época y modelan la Argentina virreinal
La Argentina del siglo XVII vive un acontecimiento singular: Nuestra Señora del Valle atrae a los vecinos y es la auténtica fundadora de Catamarca. La ciudad de San Fernando del Valle así lo declara en una gran ceremonia feudalizante, el pleito-homenaje de toda la población a la Virgen fundadora, para que en todo tiempo conste.
Poco después, nueva intervención mariana en nuestra historia. Desaparece Esteco en el terremoto, lo que de acuerdo al Obispo del Tucumán es un castigo de la Justicia divina -profetizado un siglo antes por San Francisco Solano.
En la misma fecha, como también anunciara el Santo, Salta es sacudida por repetidos temblores, pero la Virgen y el Señor del Milagro la protegen amorosamente. La ciudad vive una epopeya de Fe “que mueve montañas” y proclama desde entonces su poder y misericordia movilizando actualmente un millón de peregrinos (que es su total poblacional).
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