El Profeta Elías, a quien San Bernardo invoca
como "Ojos de los ciegos" y "Terror de los adoradores de Baal"
Los esplendores de la naturaleza reflejan los del Creador
Los esplendores de la naturaleza reflejan los del Creador
Ponencia de la VI Jornada de Cultura Hispanoamericana por la Civilización Cristiana - Salta
Elena Brizuela y Doria
Dios Padre creó el mundo con grandeza, con variedad
infinita; mares y vertientes cristalinas;
selvas, llanos y desiertos; cielo estrellado y montañas nevadas; luces y
sombras, colores y belleza; piedras preciosas, oro y plata, frutos exquisitos, sonidos armoniosos y
perfumes que deleitan el alma; creó seres vivos de diferentes especies. Todo lo
creó con bondad y con pulchrum. Hizo a los ángeles para que le sirvieran en la
magnífica tarea que había emprendido. Y modeló al hombre: varón y mujer para
que colmaran la tierra, y quiso que
reflejaran en la vida, Sus valores absolutos y Sus perfecciones.Eso
está dentro del plan de Dios.
Se
podría pensar: ¿será posible? La infidelidad, las desviaciones, la acción
maléfica de los ángeles caídos que tientan y crean un ambiente de Revolución poluyente
que va siendo absorbido por la sociedad, queriendo o no queriendo, que envuelve
todo y crece por etapas en la historia.
No
obstante, se tendrá que cumplir, porque Dios es la VERDAD absoluta y Su
creación tendrá que lograr el fin propuesto. El plan de salvación encabezado
por el Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, nos rescata de la oscuridad de la muerte por
el pecado, con Su propia muerte en la Cruz. Nos ofrece Sus Gracias salvadoras por medio
de Su Madre, la Virgen
Santísima. Nos da un
ángel de la guarda para que nos cuide y nos oriente. Llama a infinidad de
hombres y mujeres fieles que por la acción benéfica de los dones del Espíritu
Santo, cumplen tareas salvadoras: son los santos, y muchos de ellos son
mártires. Estos bienhechores actúan por obra y gracia de
la Santísima
Trinidad: el Padre Creador, el Hijo Redentor y el Espíritu
Santo Iluminador. Al plan de Dios y a la
acción de los santos se opone la acción del demonio y de quienes siguen sus
inspiraciones. En la lucha entre los que son de la Virgen y los que son de la
serpiente se ve en plenitud el perfil de la vocación de cada santo cuya acción
contiene enseñanzas imprescindibles para quienes queremos pelear para lograr la
ciudad de Dios con un orden católico.
Para ver más
claro en estas afirmaciones, recordemos algunos casos.
Comenzamos
por el PROFETA ELIAS según lo que relata la Sagrada Escritura.
El Rey de Israel Acab, influido por su mujer pagana, Jezabel, se volcó a la
idolatría abandonando al Dios verdadero. Persiguió y mató a los Profetas,
quedando con vida solamente Elías. Habían levantado un altar a Baal, con
sacerdotes y falsos profetas. Elías se lo enrostró a Acab, y predijo un
castigo: “No caerá en estos años ni lluvia ni rocío sino tras mi palabra…”.
Durante tres años hasta las vertientes y pozos se secaron; el país estaba
desierto y en desolación. Elías debió esconderse y Dios le enviaba pan y agua
con un cuervo. Por fin, volvió a presentarse al rey y le propuso comprobar cuál
era el Dios verdadero haciendo una contienda entre el y los de Baal –que eran
cuatrocientos cincuenta profetas y cuatrocientos sacerdotes que respondían a la
reina, Jezabel. Acab aceptó. “Haz que todos
se reúnan en el Monte Carmelo…”, pidió Elías. Una vez allí recriminó al pueblo diciendo: “hasta cuándo habéis de renguear
hacia dos lados? Si el Señor es Dios
seguidle, y si lo es Baal, seguidle a él”. Prestemos especial atención a esto
que es un categórico rechazo al
relativismo: hay que optar entre el bien o el mal, y no navegar entre dos
aguas, postura tan en boga en todos los ambientes.
En el Monte
Carmelo dio comienzo a la contienda, y los muchos sacerdotes y profetas
gritaban sin cesar “Baal, óyenos”, inmolaron un buey, se herían con lancetas de hierro, y así estuvieron hasta el
día siguiente. Pero Baal no dio señales de oír. Elías entonces hizo lo suyo:
levantó el altar, lo cubrió de leña, hizo cavar zanjas y mandó derramar agua en
ellas; rezó al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; inmediatamente bajó fuego
del cielo, consumió la leña, las piedras y el agua. El pueblo exclamó: “el Dios
de Elías es el verdadero Dios”.
Elías mandó prender y exterminar a los falsos profetas para que no hicieran mas daño. Le anunció a Acab que vendría la
lluvia salvadora, pero éste se mantuvo impío.
En el cielo
del Monte Carmelo apareció una pequeña nubecita con la rara forma de la planta
de un pie; algunos teólogos interpretan que representaba a la Virgen María, quien
aplastaría a la serpiente con su planta;
de a poco se fue ensanchando hasta que encapotó el cielo; llovió copiosamente y
compensó al país de la sequía sufrida. Luego predijo para Acab y su mujer una
deshonrosa y desgraciada muerte. Y así fue. Este Profeta bien se ganó las
letanías que San Bernardo compuso para el: “Vara de los poderosos”, “Martillo
de los tiranos”, “Miedo de los malvados”, “Terror de los adoradores de Baal”, “Lengua
de los mudos”, “Ojo de los ciegos”, “Sal de la tierra”.
Fue el precursor
de la orden de los carmelitas, que dio
santos extraordinarios como San Simón Stock -que recibió de la Virgen del Carmen el escapulario con la promesa de rescatar las almas del
purgatorio-, Santa Teresa de Avila, San Juan de la Cruz, Santa Teresita del Niño
Jesús, la Madre
Maravillas, Santa Teresa
de los Andes, y tantos más. (continúa)
IX JORNADA DE CULTURA HISPANOAMERICANA
POR LA CIVILIZACION CRISTIANA Y LA FAMILIA
"Por el renacer del espíritu de gesta en defensa de
los principios perennes de un orden temporal católico"
Salta, 30 y 31 de agosto de 2013
Declarada de interés por la Honorable Cámara de Diputados
de la Provincia de Salta
IX JORNADA DE CULTURA HISPANOAMERICANA
POR LA CIVILIZACION CRISTIANA Y LA FAMILIA
"Por el renacer del espíritu de gesta en defensa de
los principios perennes de un orden temporal católico"
Salta, 30 y 31 de agosto de 2013
Declarada de interés por la Honorable Cámara de Diputados
de la Provincia de Salta
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